Sala Negro
Andrea Sinde González
Bilbao
Corre lo más rápido que puedas, por favor, apenas están a unos metros de distancia. Puedo escuchar los disparos muy cerca, sintiendo como cada uno se funde con cada suspiro de esperanza.
Corre, por favor, escapa lo más lejos de este negro país que ya no te quiere, que te ve como un intruso y no como un hermano.
Sigue corriendo, estamos muy cerca de llegar al final, no te rindas.
¡Espera! Estamos rodeados, no hay escapatoria. Toda ilusión se desvanece tras escuchar los pasos acercándose.
No llores hijo mío. Cierra los ojos. En pocos minutos todo habrá terminado.