Un paso más
Carlos Delgado Villalba
Bilbao
Cuando todo el mundo huye de la oscuridad, ella sale a renovar su espíritu con la fresca y reconfortante brisa nocturna.
Pero al borde del acantilado, cuando la brisa torna en viento, y la sensación de libertad se vuelve miedo, el rugir del oleaje arropa sus pensamientos.
“Corta vida la de las olas que, incluso la más fuerte muere violentamente contra las rocas. Desgarrador rugido lanzan al recibir la muerte, sabiendo que surgirán altas y hermosas, para volver a correr la misma suerte.
Una fría ráfaga hizo que regresara de su viaje. Cerró los ojos y, mientras su pelo daba forma al viento que la envolvía y sus lágrimas se enfriaban, volvió sobre sus pasos.