Aguafiestas
Osvaldo del Valle
Bilbao
Desde su llegada la vida era una fiesta continua… A la que él nunca era invitado. Se hartó de ver las fiestas a través de la ventana. No podía dejar de ser diferente, pero se cansó de intentar que cambiasen su mirada y de convertir en miedo todo lo que tocaba.
No supo cómo había dejado de ser una persona y se había convertido en un problema , cuándo había pasado de solucionarles el presente a amenazar su futuro.
Gulliver se fue marchando mientras proyectaba una gigantesca y oscura sombra de soledad y culpa sobre aquellos diminutos corazones.