El alcalde de Burgos quiere revisar el protocolo de participación de autoridades en actos religiosos
El Curpillos se celebra con temperaturas inferiores a lo habitual

Centenares de burgaleses hicieron cola para acudir al Curpillos desde primera hora de la mañana / Radio Castilla

Burgos
El alcalde de Burgos, el socialista Daniel de la Rosa, ha anunciado hoy que tiene la intención de reunirse con el arzobispo de Burgos y otras autoridades eclesiásticas para valorar cambios en el protocolo de participación del poder civil en actos religiosos. Aunque no ha adelantado el sentido de los cambios que propondrá, De la Rosa ha explicado a los periodistas que apuesta por una "evolución sensata" en la combinación de instituciones públicas y fiestas populares, en su mayor parte acompañadas de actos religiosos. En su opinión, debe imperar el "sentido común" y dejar de lado los colores y las confesiones de cada uno, porque un cargo púbico como es alcalde de la ciudad, representa a todos los vecinos.
De hecho, De la Rosa ha asistido hoy a todos los actos del Curpillos, en el Monasterio de las Huelgas y su entorno, donde ha asistido al oficio religioso y a la procesión que encabeza el arzobispo y en el que participa una réplica del Pendón d elas Navas de Tolosa, cuyo original se guarda en el interior del cenobio.
El Curpillos es una fiesta singular de Burgos en la que se mezclan elementos militares, religiosos y populares. Ha comenzado a las 11:00 con una misa oficiada por el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, a la que sigue la recepción de la Abadesa cisterciense en la reja del monasterio.
Es en la procesión posterior donde más se mezclan elementos religiosos y militares, dado que procesiona bajo palio el arzobispo, pero también los miembros de las corporaciones local y provincial de Burgos y la réplica del Pendón de las Navas de Tolosa, arrebatada en esa batalla en 1212 a Miramamolín, en plena Guerra de la Reconquista.
A partir de ese momento, la celebración se traslada al parque del Parral, donde están instaladas carpas de unas cuarenta peñas y agrupaciones de la ciudad, en las que miles de personas degustan productos de chacinería, fundamentalmente chorizo, morcilla y morro.