Ayudad a los niños vascos
Pablo Villanueva Pascua
Bilbao
Cuando era un niño, el abuelo de Javier fue embarcado a Rusia para escapar de la guerra. Allí le acogieron, recibió educación y aprendió un oficio. Cuando regresó discretamente a Bilbao, formó una familia y tuvo una vida feliz a pesar de las circunstancias.
Ahora nosotros recibimos a exiliados, perseguidos, hambrientos que buscan un futuro mejor, pero a Javier no le gustan. Javier quiere un muro que no los deje entrar, para que no le molesten.
Los muros dividen y no dejan ver lo que hay en el exterior, los puentes, en cambio, superan obstáculos y unen orillas.