Viejo puente
Blanca Ginel Villasante
Bilbao
Apoyado en la barandilla miraba hacia abajo con nostalgia. El río apenas era un pequeño arroyo y recordaba cómo en su infancia aquél puente fue un elemento fantástico en sus juegos. El río Cadagua separaba el pueblo y el puente lo unía. Antes huertas y rastrojos que crecían en anarquía natural, ahora apenas unos arbustos olvidados, casas envejecidas y anclajes metálicos que se empeñaban en mantenerlo en pie para recordar que allí se construyó el primer puente colgante de Bizkaia…