Los vecinos recaban pruebas para llevar el emisario de Rincón de León a juicio

Alicante

Los vecinos de San Gabriel se están armando de pruebas para acudir a los tribunales, tras lanzar las alarmas sobre el estado que presentan estos últimos días las aguas en el Barranco de las Ovejas, desde el emisario de la depuradora de Rincón de León.

Aseguran que en más de 20 años no habían visto un panorama igual, con aguas como "chocolate", dice uno de estos vecinos, Ramón Ruiloba, en una época donde muchas familias con niños pequeños empiezan ya a bañarse, y sin que el Ayuntamiento tome medidas, critican, ni haya tramitado aún la autorización de vertidos al mar ni de ocupación de espacio público.

De momento acaban de presentar un recurso contencioso administrativo y estos días trabajan en conseguir analíticas, pruebas "más contundentes y claras que las visuales", dice desde la asociación Gran Vía Sur Puerto, José Santamaría, para ampliar esos procedimientos judiciales iniciados, a la vía penal, previsiblemente en el plazo de dos meses.

De momento, ya han recogido muestras de agua, arena y suelo marino del entorno del emisario y creen que demostrarán que "hay altísimos niveles de contaminación por productos químicos, por la continua emisión de vertidos del lodos fecales y de lixiviados del vertedero".

Consideran "una auténtica irresponsabilidad" que el Ayuntamiento, sabiéndolo, no solo esté permitiendo un riesgo claro para la población, sino que facilita con una costosa pasarela y otros servicios el acceso a esta playa que, recuerdan, ha sido incluida en el catálogo oficial de playas PATIVEL de la Generalitat, bajo la denominación "Babel-San Gabriel", y se merece por normativa tener calidad de agua de baño como el Postiguet, dicen.

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Desde el consistorio, por su parte, descartan vertidos o problemas en la depuradora para explicar este último episodio, que achacan a un "fenómeno natural", consecuencia del "temporal que ha hecho bajar las temperaturas y remover los lodos del fondo, provocando el oscurecimiento del agua". Añaden que en cuanto al emisario "se están poniendo los medios", pero que todo "lleva un trámite".

Y es que los vertidos de la conducción de la EDAR Rincón de León, tienen la boca de salida a unos 300 metros de la playa de San Gabriel, cuando por normativa deberían estar a 500. Además, denuncian los vecinos que la toma de agua para posterior tratamiento, desalación y destino al consumo humano en las plantas desaladoras se realiza a 1.500 metros de la desembocadura del desagüe de aguas residuales metropolitanas.

Recuerdan que para que los vertidos sean tratados, debe existir autorización de Costas y Conselleria, pero antes el ayuntamiento debe hacer las tramitaciones pertinentes y de momento, ha hecho caso omiso a las sucesivas recomendaciones del Síndic de Greuges. Por eso, fuentes de la Sindicatura adelantan que este organismo pedirá en los próximos días una ampliación de información al Consistorio para saber en qué medida está la tramitación del emisario.