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Cuando Vitoria tenía certamen de belleza y se llamaba 'Señorita Florida'

Vitoria acogió un concurso de belleza para mujeres que destinó los fondos recaudados a una institución que facilitaba comida a los más necesitados

Las ganadoras del concurso: Carmen López (1932) y Esther Ugarte (1935) / La Libertad/ Achivo Municipal

Las ganadoras del concurso: Carmen López (1932) y Esther Ugarte (1935)

Vitoria

 El 14 de abril de 1932 fueron inaugurados los Comedores Económicos, una institución creada por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz destinada a facilitar raciones de comida a los más desfavorecidos. Para tal fin se aprovechó la planta baja de un edificio que había estado destinado a escuela, situado en la esquina de las calles Cercas Bajas y Samaniego.

Para sufragar las obras necesarias para la adaptación del edificio al nuevo uso, el pago de las instalaciones de cocina y comedor, la compra de alimentos y los sueldos de la plantilla de trabajadores fue necesaria la inyección de dinero por parte de varias instituciones públicas, la Caja Municipal y la aportación de muchos particulares.

En una imagen de 1912 vemos el edificio citado, que aparece tras una carroza de los carnavales de aquel año.

Edificio donde se instalaron los comedores

Edificio donde se instalaron los comedores / Archivo Municipal/Enrique Guinea/Iñaki Armentia

Edificio donde se instalaron los comedores

Edificio donde se instalaron los comedores / Archivo Municipal/Enrique Guinea/Iñaki Armentia

RECAUDACIÓN DE FONDOS

En el Parque de la Florida era habitual que los fines de semana con buen tiempo la Banda Municipal de Música ofreciera bailables. También lo hacía durante las fiestas de La Blanca.

En el Parque existían cuatro kioskos que surtían de bebidas y refrescos a los bailarines y paseantes. Sus dueños los señores Cobas, Cobo, Knörr y Galán obtuvieron permiso del Ayuntamiento para organizar, tras las fiestas patronales de La Blanca, una gran verbena que perseguía recaudar fondos para el sostenimiento de los citados Comedores Económicos. Para que el evento fuera atractivo y acudiera mucha gente incluyeron en el programa la elección de la “Señorita Florida”.

 Consiguieron que la verbena fuera amenizada por dos bandas locales de música, la Municipal y la del regimiento de Montaña, y así mismo, que luciera en el parque la misma iluminación en paseos y jardines que la que se había utilizado en fiestas. Por su parte, los kiosqueros engalanaron los kioscos con guirnaldas y faroles de verbena.

ELECCIÓN DE LA SEÑORITA FLORIDA

El 13 de agosto de 1932, sábado, fue el día elegido para llevar a cabo tanto la verbena como la elección de la “Señorita Florida” y sus Damas de Honor.

Los premios del concurso de belleza y el de la rifa, a sortear entre los boletos adquiridos por la gente, fueron expuestos en los escaparates del comercio de Hijos de Aldama, en la calle Postas, local que hoy es un bar con el mismo nombre. El primer premio, destinado a la ganadora, consistía en una cadena de oro y medalla da nácar, con una perla y brillantes. El premio para las dos Damas de Honor, era una cadena y una medalla de oro.

Durante la verbena, ocho chicas ataviadas con el clásico mantón de Manila, cuyos nombres eran Nati San Miguel, Felisa Casado, Rosa Caldevílla, Anita G. Arteaga. Julia López, Tere Prado, María Bascón y Mercedes Sáenz, vendieron boletos al precio de 50 céntimos para la rifa de un premio consistente en una cristalería completa y un juego de té.

El beneficio obtenido por la venta de los billetes se destinó a los Comedores Económicos garantizando así los organizadores de esta gran verbena un beneficio mínimo de cuatrocientas pesetas, que en caso de no obtenerse sería aportado por los dueños de los kioscos.

La identidad de los componentes del jurado no se dio a conocer hasta el momento de proclamación de las elegidas, si bien se sabía que estaba compuesto por una autoridad municipal, dos artistas de la localidad y dos representantes de la prensa.

El sistema para la elección fue verdaderamente original. No era preciso presentarse al concurso; solamente la presencia de las chicas en los paseos centrales y tradicionales de la Florida, de diez a doce de la noche, era suficiente para que todas automáticamente fueran candidatas para ser proclamadas como la belleza de la Florida. El Jurado, durante esas dos horas, fue observando detenidamente a las chicas presentes y tomando nota. Se rogó que ninguna chica se ausentara a la hora de anunciar las ganadoras, ya que todas eran candidatas.

El diario La Libertad señalaba que “El Parque de la Florida, espléndido siempre por sus encantos naturales, se mostraba el sábado por la noche, como pocas veces lo hemos conocido en orden a animación y brillantez. A ello contribuyó principalmente el plantel de chicas guapas, garbosas y radiantes de belleza, que acudieron a la fiesta.”

Una enorme aglomeración de gente, estacionada frente a la tribuna ocupada por él Jurado, recibió el fallo con muchos aplausos que aproyaron la elección.

A las doce en punto y desde el kiosco de la música, un "speaker’’, anunció la identidad de la ganadora del concurso y de sus dos Damas de Honor. Fue elegida "Señorita Florida" Carmen López, y Damas de Honor las señoritas Carmen Achaerandio y Amelia González.

Carmen López elegida “Señorita Florida 1932

Carmen López elegida “Señorita Florida 1932 / Composición I. Armentia

Carmen López elegida “Señorita Florida 1932

Carmen López elegida “Señorita Florida 1932 / Composición I. Armentia

Una vez proclamadas, y en una tribuna que se instaló en uno de los paseos, se procedió por el Jurado a la entrega de los premios y la colocación de las bandas que simbolizaban su título. Por su parte, el “Trust de las Medias”, las obsequió con unos boletos valederos para unos pares de medias “de la mejor calidad.”

Además, se realizó el sorteo del valioso regalo entre las personas que habían adquirido los boletos de la rifa. El premió correspondió al número 697, papeleta que poseía Ángel Llamas. Sacó el boleto premiado uno de los ordenanzas del Ayuntamiento, dando fe de la extracción en calidad de interventores Ramiro Aragón, presidente de la Comisión de Festejos, y Julián Bajo, administrador de los Comedores Económicos.

A las tres chicas proclamadas les esperaba un ajetreado programa el domingo. El Jurado, en nombre de Vitoriana de Espectáculos, les entregó un abono para un palco en el Nuevo Teatro para asistir como invitadas a presenciar la actuación de “La Argentinita”, en la función de las siete de la tarde. Encarnación López Júlvez, que así se llamaba la artista, era una figura destacada del flamenco, el tango, las bulerías y los boleros y estaba en la cresta de la ola de la fama. Un año antes, había grabado cinco discos de pizarra de 78 r.p.m., acompañada al piano por García Lorca. En la prensa local se anunciaba, que en nuestra ciudad ofrecería un magnifico espectáculo de arte con un concierto de bailes, canciones y romances populares.

Tras el evento, las tres ganadoras tenían otra cita. Se estrenaba en el Teatro Príncipe de nuestra ciudad la película del director Frintz Lantz “La mujer en la luna” (Frau mi Mond en alemán) rodada en 1928, y cuya protagonista femenina era Gerda Maurus. La cinta, de cine mudo, relata el viaje de varias personas a la Luna en un cohete. El viaje tenía como objetivo encontrar unas montañas, en las que se aseguraba que había más oro que en la Tierra.

La Argentinita y fotograma de la película “La mujer en la luna”

La Argentinita y fotograma de la película “La mujer en la luna” / No conocida

La Argentinita y fotograma de la película “La mujer en la luna”

La Argentinita y fotograma de la película “La mujer en la luna” / No conocida

Tras la proyección de la sesión de noche el Teatro acogió, en honor de la Señorita Florida y sus compañeras, un gran baile que se prolongó hasta la una y media de la madrugada y al que asistieron como auténticas estrellas del acontecimiento y sus acompañantes. Fueron dos días vividos con una gran intensidad.

BENEFICIO OBTENIDO

El día 19 de agosto, Julián Bajo Ullibarri, como administrador de los Comedores Económicos y Félix Cobas, en representación de la Comisión Organizadora, presentaron las cuentas de la liquidación de la verbena a beneficio de dicha institución, celebrada en la noche del día 13 de agosto.

Se habían vendido nada más y nada menos que 3727 boletos, que al precio de 50 céntimos, suponía un ingreso de 1863,50 pesetas, a lo que había que añadir 200 pesetas entregadas por los kiosqueros; los señores Cobas, Cobo, Knorr y Sr. Galán. A eso se sumó otro donativo de 50,55 ptas. Por tanto, el ingreso total ascendía a 2144,05 pesetas.

El capítulo de gastos supuso 1113,50 pesetas, destinadas al pago de los premios que se entregaron a las ganadoras del concurso, premio de la rifa, música militar, publicidad e impresión de billetes de la rifa entre otras cuestiones. El beneficio neto fue, por tanto, la cantidad de 1000,55 ptas.

Para hacernos una idea de lo que suponía ese montante, ofrecemos a continuación algunos precios de algunos artículos de primera necesidad que se podían adquirir entonces en la Plaza de Abastos: patatas a 15 céntimos/kilogramo; berza a 20 céntimos/unidad; manzanas a 80 céntimos/kilogramo; dorada a 1,40 pesetas/kilogramo; sardinas a 1,50 pesetas/kilogramo. Por su parte un par de alpargatas costaban 80 céntimos y tomar un café en un bar tenia un coste de 45 céntimos

El menú en los Comedores Económicos costaba al usuario 65 céntimos y, según sus regidores, el precio era establecido teniendo en cuenta solamente el coste de los alimentos. Ponemos como ejemplo tres tipos de ese menú, que se servían en el comedor: berza con patatas y filetes de magro; sopa de arroz y merluza frita; paella con tropiezos de ternera y chorizo y filetes de carne con patatas fritas.

Así que el beneficio obtenido en la verbena alcanzaba para comprar artículos para confeccionar más de 1.500 menús.

LA PELÍCULA

Para aquellos que tengan curiosidad por conocer la película “La mujer en la Luna”, que los vitorianos presenciaron con gran interés en su estreno en nuestra ciudad, facilitamos un trailer de la misma. Los astronautas no van provistos de ningún traje espacial, y desembarcan en la luna sin ninguna protección, vestidos “de calle”.

LA EDICIÓN DE 1935

En 1935 se repitió el concurso de belleza “Señorita Florida”, celebrándose también en el mismo parque el 25 de julio, Día de Santiago. Hubo gran afluencia de gente que acudió a la feria que tradicionalmente se celebra ese día en nuestra ciudad. En esta ocasión la organización del evento corrió a cargo de VESA (Vitoriana de Espectáculos S.A.) empresa que explotaba los cines y teatros locales.

El kiosko de la música y la pista circular que lo rodea fueron engalanados para la ocasión con luces de color rojo. Para que en todos los rincones no faltará la música de baile, cuatro acordeonistas interpretaron canciones en cada uno de los cuatro bares existentes en el parque; dos bandas de música hacían lo mismo en los paseos laterales; dos organillos ofrecían su repertorio y se colocó un altavoz en el kiosko de la música.

La verbena dio comienzo a las diez de la noche y hubo un ambiente extraordinario. La prensa de entonces destacaba que “los danzantes, a pesar de tener música a todo pasto, no daban muestras de estar rendidos, como si se empeñaran en sufrir un duro entrenamiento para los bailes que se estaban preparando, en los días de nuestras próximas fiestas de agosto.”

A lo largo de la noche, entre los asistentes a la verbena, se oía con continuamente una pregunta: ¿Toma usted Chocolate Ezquerra? La razón era que esta marca vitoriana había “infiltrado” entre la gente a cuatro personas que daban premios en metálico. Había que localizar a los que portaban el premio, y obtener el sí de respuesta, lo cual llevaba aparejado un premio cinco duros, es decir, 25 pesetas. Roberto Palacios fue encontrado por la señorita Carmen Gorrochategui; otros dos premios los llevaban Juliana Larreina y Luis Retana siendo hallados por Catalina Armentia y José Valdecantos. El cuarto billete no apareció.

A la una de la madrugada se dio a conocer el nombre de la chica elegida como “Señorita Florida”. Resultó elegida Esther Ugarte Diaz de Arcaya, hija de Saturnino Ugarte, Jefe del Negociado de Beneficencia y Sanidad del Ayuntamiento vitoriano. Se nombró Damas de Honor a Teresa Santiago y Paquita Apodaca. Las tres gasteiztarras accedieron al kiosko de la música, entre grandes aplausos, y el presidente de la sociedad organizadora les colocó las bandas acreditativas del título obtenido. Estaba previsto que la verbena durara hasta las dos de la madrugada peroal poco tiempo de efectuarse esta ceremonia, una gran tormenta descargó lluvia en abundancia y hubo de finalizar el baile prematuramente.

Las galardonadas en 1935

Las galardonadas en 1935 / Archivo Municipal / C. Yanguas

Las galardonadas en 1935

Las galardonadas en 1935 / Archivo Municipal / C. Yanguas

En las fiestas patronales de Gasteiz, en agosto de aquel año, Esther tuvo presencia destacada en dos actos. En una de las corridas de toros celebradas, el torero Fermín Espinosa “Armillita”, le brindó uno de sus toros, y en la etapa de la Vuelta al País Vasco, que finalizó en nuestra ciudad, el vencedor de la etapa, el suizo Paul Egly, recibió de sus manos un ramo de flores.

Esther Ugarte “Señorita Florida 1935”

Esther Ugarte “Señorita Florida 1935” / Archivo Muncipal / C. Yanguas

Esther Ugarte “Señorita Florida 1935”

Esther Ugarte “Señorita Florida 1935” / Archivo Muncipal / C. Yanguas

SU HERMANO

Ignacio Ugarte Diaz de Arcaya, hermano de Esther, fue una persona muy conocida en nuestro territorio. Durante varios años ejerció de “botillero” del famoso pelotari José María Palacios “Ogueta”, el único manista alavés que hasta ahora ha conseguido ser campeón de mano individual de primera categoría, en el ámbito profesional.

Sobre este pelotazale, Juan de Biasteri escribió en 1969 lo siguiente: “Fue Ugarte uno de los pioneros de la pelota alavesa, integrando la primera federación que se constituyó en nuestra provincia, a las órdenes del señor Vázquez. No había manifestación pelotazale, a la que la figura de don Ignacio no honrara con su presencia. Esta afición y sus conocimientos en la materia, le condujeron a asesorar a Ogueta en las luchas manomanistas campeoniles.

Bajo el asesoramiento técnico, inteligente, cauteloso y cariñoso de Ugarte, Ogueta se erigió en campeón manomanista. Don Ignacio vivió intensamente esta época inolvidable de la pelota alavesa.”

Ignacio Ugarte y Ogueta

Ignacio Ugarte y Ogueta / Arqué / Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz / 1957

Ignacio Ugarte y Ogueta

Ignacio Ugarte y Ogueta / Arqué / Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz / 1957

¡GRACIAS AMIGOS/AS!

El que esto escribe cuenta con la inestimable colaboración de la plantilla de empleados/as del Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz, que localizan en sus archivos todo aquello que se les solicita. Nunca agradeceré lo suficientemente su aportación, su gran diligencia y su amabilidad.

En este caso, tras ardua búsqueda, han localizado dos fotografías en su archivo, en las cuales aparecen las galardonadas en el concurso de belleza a que nos referimos en este artículo, en su edición de 1935.

Eskerrik asko lagunak.

 
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