La Pobla Llarga, un topónimo escurridizo
El topónimo Pobla Llarga fue utilizado desde el siglo XIV para denominar un tramo de la actual calle Alta, y hacía referencia a la morfología alargada del poblado extramuros existente en esta zona del casco viejo de la ciudad
Callejeando (29/05/2019) - La Pobla Llarga, un topónimo escurridizo
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Valencia
Recorrer la historia urbana de Valencia a través de los nombres de sus calles es un ejercicio de lo más enriquecedor y aconsejable para poder conocer y descifrar las claves de la evolución de la ciudad. La toponimia es capaz de transportarnos de siglo en siglo por la trama urbana, reconociendo los cambios y a su vez descubriendo detalles que de otra manera pasarían desapercibidos.
Esta semana pasada, sin ir más lejos, estuve cabalgando por la cartografía histórica de Valencia a lomos del topónimo Pobla Llarga, denominación que ha recibido desde el siglo XIV el tramo de la calle Alta comprendido en entre la plaza de Na Jordana (actual Pere Borrego) y la calle de Santo Tomás. Al leer Pobla Llarga a uno le viene a la mente de manera instantánea el egregio capitán del Valencia CF, David Albelda, oriundo de este municipio de 5.000 habitantes de la comarca valenciana de la Ribera Alta.
Pero la realidad es que esta denominación no hacía referencia a la población valenciana, ni siquiera a ningún ilustre vecino de aquella villa que tenía su casa solariega en esta calle. Lo cierto es que la calle de Pobla Llarga en Valencia hacía referencia a un pequeño arrabal o poblado (de ahí la acepción de POBLA) que se encontraba extramuros de la ciudad y que por su topografía alargada recibió el apelativo de Pobla Llarga. Topónimo por otro lado muy habitual en el corpus de la Comunitat Valenciana, muy extendido durante la reconquista del Reino de Valencia tal y como se puede observar en municipios como el ya citado Pobla Llarga, Pobla de Farnals, Pobla del Duc o la Pobla de Valbona, entre otros. Incluso topónimos urbanos de la ciudad de Valencia desaparecidos como Pobla Vella, Pobla Nova o Pobla d’En Mercer.
La calle Pobla Llarga desapareció del nomenclátor de Valencia a mediados del siglo XIX cuando desde los negociados de estadística y policía urbana obligaron a reunificar los nombres de aquellas vías que, formando una sola alineación, recibían varias denominaciones. Esta medida, que pretendía facilitar las labores administrativas, afectó al eje situado entre la plaza de Na Jordana y la de San Jaime, formado por las calles Pobla Llarga, Cadena y Alta del Alfondech, reunificadas desde entonces bajo el nombre de calle Alta o carrer de Dalt, tal y como ha llegado a nuestros días.
A pesar de todo, el topónimo Pobla Llarga volvió a nuestro callejero un siglo después. Fue en 1959 y esta vez sí, para homenajear al pueblo de David Albelda. En aquellos años todavía quedaban en nuestra ciudad muchos nombres de calles duplicados, para los cuales se propuso que: “…se rotulen con nombres de pueblos de la provincia, dando con ello satisfacción de que su nombre figure en el callejero de la Ciudad” tal y como reza el expediente. Entre las más de cien calles que se rotularon con nombres de pueblos valencianos se encontraba la calle de la Pobla Llarga, situada en Benimaclet, entre las calles Guardia Civil y Vicente Zaragozá, que sustituyó el nombre de Martínez Aloy, que se encontraba duplicado en otra zona de la ciudad. (La calle que recibió el nombre oficial de Martínez Aloy y que todavía perdura en nuestro callejero es la que se sitúa entre Pérez Galdós y la plaza del pintor Segrelles).
