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Real Oviedo

Se acabó

El Oviedo vuelve a fallar en el momento clave y, tras su derrota contra el Tenerife (2-1), prácticamente dice adiós a la temporada.

Folch conduce el balón ante la presencia de dos jugadores del Tenerife. / La Liga

Folch conduce el balón ante la presencia de dos jugadores del Tenerife.

Uno ya pierde la cuenta de las opciones desaprovechadas por el Real Oviedo a lo largo de las últimas cuatro temporadas. La historia se vuelve a repetir una vez más. Cuando tiene que dar la talla la desilusión cae como una losa sobre unos aficionados, que ya con poca fe creían antes del partido en que el equipo iba a ser capaz de dar un golpe encima de la mesa. Lo de resucitar a rivales que llegan con el agua al cuello parece un don de los azules que de nuevo han dejado pasar una oportunidad de oro para meterse de lleno en la pelea por el play-off.

La sensación es de impotencia, de que no dan para más. Que pone todo su empeño y su esfuerzo en sacarlo adelante, pero siempre con un fútbol escaso. Hoy, gracias a un penalti, se pudo meter en el encuentro, pero antes del regalo local parecía que podía estar jugando tres días seguidos que no iba a marcar. Y ya no solo hablamos de anotar, sino de crear peligro. El Oviedo se acercó en muchas ocasiones a las inmediaciones de la portería defendida por Dani Hernández, pero nunca supo concretar la acción decisiva. Precisamente eso es lo que le ha pasado en la mayor parte de la temporada. Si Tejera, Berjón o Bárcenas no están a su nivel el equipo no encuentra la luz arriba. Hoy, uno de esos jugadores estaba sancionado, y los otros dos han llegado bajo mínimos a esta recta final de temporada. Solo Omar Ramos, cuando entró a falta de 30 minutos aportó más frescura, atrevimiento y claridad en los últimos metros.

Todo se empezó a torcer al borde del descanso cuando Carlos Hernández cometió un penalti tan claro como absurdo que transformó Suso Santana. Previamente, quitando el empuje inicial del Tenerife, el encuentro parecía bastante igualado. Sergio Egea se decantó por un trivote en el centro del campo, dando entrada a Folch por Ibrahima, una variación que tampoco le hizo a los carbayones contener en exceso a su rival, ya fuese con la posesión o sin ella. Todavía menos cuando dos de los mediocentros, Jimmy y Tejera, vieron una tarjeta a los pocos minutos del choque. Diegui Johannesson fue el más incisivo de su equipo durante la primera mitad. Sin las apariciones de Viti o Bárcenas, las internadas del lateral fueron de lo más destacado, pero ninguna fue efectiva. Todas las decisiones que tomó fueron desacertadas, bien por un mal pase o por no terminar las jugadas con un disparo cuando tenía todo a favor.

 En el segundo tiempo se mantuvo la misma dinámica que en el primero y el que golpearía de nuevo sería el Tenerife, en esta ocasión con el tanto de Carlos Ruiz que, libre de marca, cabeceó a la red un centro desde la banda izquierda. El Oviedo estaba noqueado y toda parecía visto para sentencia. Incluso Champagne tuvo que emplearse a fondo para mandar a córner un disparo de Naranjo realizando una gran estirada. Pero a falta de quince minutos para la conclusión el árbitro vio una mano clara de Alberto Jiménez dentro del área tras un centro de Omar Ramos y no dudó en señalar los once metros. Solo una acción aislada, como así fue, podía meter a los azules en el partido. Joselu transformó la pena máxima y abrió un resquicio de ilusión para poder salvar un punto al menos. Tampoco fue así porque desde ese momento y hasta el final solo hubo que destacar un cabezazo de Ibra que atrapó con facilidad Dani Hernández. Egea acabó el encuentro don tres delanteros, el último en acceder al campo fue Steven, pero los balones colgados constantemente al campo contrario en los últimos minutos tampoco fueron suficientes para inquietar a un Tenerife que se defendió bastante cómodo.

2-1 fue el resultado definitivo y lo peor de todo es ver cómo los males de este equipo se repiten. El Oviedo, tras esta derrota y el empate del Cádiz en Granada, prácticamente se despide de sus opciones de disputar el play-off. Solo faltan dos jornadas para el final de liga y el conjunto carbayón, que se enfrentará a Rayo Majadahonda y Osasuna, se queda a cuatro puntos del sexto clasificado y, salvo milagro, dice así adiós a la temporada.

 
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