Ante la vida y la muerte
Miren Edurne Ochoa de Chinchetru Otaegui
Bilbao
Sentía sus rodillas como siendo sus pies: lo mantenían inerte, aparentemente vencido, pero su mirada ya no era vacía, sin sentido, sino que mantenía la huella de un sueño que, aún, no era perdido.
A su lado, como ausente, su compañero aún conseguía, al ras del suelo, mantener la mirada ante un futuro sin sentido; queriendo cubrir el espanto de la muerte que, a su lado, seguía despierta, presente.
Detrás, quien yacía tendido pero no vencido, con sus brazos llamando al cielo y su mirada perdida en la nada. Su cuerpo, asiendo levemente la ayuda de alguien, aún, presente.