"Hoy he empezado a vivir en un piso de inserción"
El centro de acogida Padre Cristóbal de Mérida atiende para sacar de la exclusión social a personas sin techo, drogodependentes, inmigrantes o víctimas de violencia de género
Centro de acogida Padre Cristóbal de Mérida / CÁRITAS
Mérida
En Hoy por Hoy Mérida nos hemos acercamos al centro de acogida Padre Cristóbal, en la calle Carderos, para conocer la labor que realizan.
REPORTAJE CENTRO DE ACOGIDA PADRE CRISTÓBAL MÉRIDA
22:15
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“Hoy he empezado a vivir en un piso de inserción. Pero parte de mis objetivos los he conseguido gracias a las personas del centro, como por ejemplo, volver a tener contacto con mi hijo mayor, con quien hacía 20 años no tenía ningún tipo de contacto”. Es la historia de Claudio Rodríguez, quien tras una recaída en las drogas acudió al centro Padre Cristóbal para rehabilitarse. Tras realizar el programa de inclusión impulsado por Cáritas durante 6 meses, ha dormido por primera vez en un piso fuera de las instalaciones, un trampolín para recomponer a partir de ahora su vida.
El fin perseguido por quienes trabajan o son voluntarios en el centro Padre Cristóbal es sacar de la exclusión social a quienes se ven en la calle, atendiendo a todo tipo de necesidades y fomentando en ellos la formación y la búsqueda de empleo. Según explica la directora del centro, Ana Belén García, el perfil mayoritario de quienes acuden a pedir ayuda son hombres con problemas de adicción a las drogas, no obstante, asegura, “los perfiles son muy variados porque las problemáticas son muchas: enfermedades mentales, inmigración, mujeres maltratadas, el paro o la formación escasa”.
Las instalaciones cuentan con 21 años de recorrido en Mérida y disponen de 28 plazas residenciales, más una vivienda con capacidad para 5 beneficiarios. El pasado año atendieron a un total de 398 personas con necesidades no sólo económicas, atendiendo en los últimos tiempos a vecinos procedentes de los alrededores de la ciudad.
