"No temas"
Carmen Luna
Bilbao
Amaia regresó a casa después de dos años sin saber nada de ella. Solo lloraba, la abracé.
-Hija mía, –dije– desearía que vivieras en una eterna “romería”, pero a veces llegan las tempestades; no las temas. Ellas nos purifican y arrastran todo lo que no nos pertenece. Deja que el agua se lo lleve, algún día comprenderás que la vida tiene su propósito y él, no lo era. Parece que el cielo se nos cae encima, pero no es así; baja para elevarnos y hacernos comprender lo pequeño que es el mundo y lo grande que es la vida.