Lunes Santo a plena luz
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Cofradía de Estudiantes
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Málaga
La mecida de la túnica blanca a ritmo del tambor ronco marcará el compás de un Lunes Santo en el que previsiblemente a las 2:30 de la mañana esté todo finalizado. Una sensación extraña invadiría en ese caso al cofrade perpétuo que comía churros tras el encierro de Cautivo, la misma que le entrará cuando vea a Jesús Cautivo a los pies de la Catedral, mientras Evangelio, Bendición, o Historia de Judea suenan para Él. Pero antes, mucho antes de que la Trinidad -acunada en su trono perfeccionado- entre a su barrio de regreso, desde el Buen Pastor bajará Mayor Dolor en su Soledad con el luto maquillando su techo de palio y el morado nazareno revista sus bambalinas. Y cuando ya el último músico de la Banda de Música de la Expiración haya pasado por calle Frailes, el gitano moreno comenzará su discurrir entre palmas y jaleos. Una estampa completamente distinta será la que luzca la Plaza de Santo Domingo cuando los nazarenos ataviados de luto de Dolores del Puente comiencen a salir del templo. La imagen de María Santísima del Amor Doloroso, tras su restauración, volverá a salir solemnemente del cobijo de los Mártires, enmarcado por un rostrillo del siglo XIX, mientras que Estudiantes, que será la última en pasar por Recorrido Oficial, nos dejará un año más estampas idílicas en el entorno de su casa hermandad. Un Lunes Santo que aunque se presume “corto”, le sobran motivos para ser visitado.