Juego de sillas
Osvaldo del Valle
Bilbao
Todas las sillas vacías son Estrella…
Estrella no era brillante, ni bella, ni simpática.”Una chica triste de sonrisa oscura “, dijeron.
No era ni siquiera una niña normal, ni aspiraba a serlo. Sólo quería convivir con sus contradicciones y sus complejos, pero sin miedo.
“Una niña frágil”, dijeron, cuando intentó volar y le fallaron sus fracturadas alas acabando estampada en aquel patio que nunca fue lugar para juegos.
“Amor infantil, cosa de críos, la vida sigue” sentenciaron.
Y la vida siguió, pero desde entonces, a mi lado, solo hay una silla vacía