Sala Vida
Leire Fernández, 13 años
Bilbao
Eran tiempos difíciles. En aquel entonces, la mayoría de la población era pobre. Por eso no teníamos muchos recursos para sobrevivir. Pero un día cualquiera todo dio un giro inesperado, llegó al pueblo una mujer que se hacía llamar Anita, cada día iba por la calle repartiendo comida y medicinas a todos. En muy poco tiempo Anita se volvió muy famosa y conocida en el pueblo. Repartía comida y medicinas día tras día, era increíble, nunca se agotaban. Con el paso del tiempo Anita, montó una tienda de medicinas, la gente iba allí a comprarlas.
Mi madre cayó enferma, por ello, fui a la tienda de Anita para conseguir medicinas. Cuando le pedí la medicina me dijo que me la llevara gratis. Al darle las gracias susurró. "gracias a ti, mi deber ha acabado, tú has sido agradecida a pesar de no tener nada". Y al igual que llegó misteriosamente, se esfumó también