Maniquís casi humanos para prácticas de medicina

Valencia

Los estudiantes de medicina y enfermería de la Universidad Católica cuentan, desde este curso, con el hospital virtual más completo y avanzado. Y el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares lo ha inaugurado esta mañana. Se trata de un auténtico hospital, donde todo es real, excepto los pacientes. E incluso éstos, que son maniquís, están dotados de las últimas tecnologías que les permite presentar la mayoría de los signos vitales, así como responder a tratamientos e intervenciones quirúrgicas. Aunque los estudiantes están realizando prácticas ya desde noviembre, el arzobispo de Valencia ha inaugurado el centro oficialmente.

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El Hospital virtual pretende ofrecer aprendizaje clínico de excelencia, pero también responder a las vivencias emocionales que se van a encontrar en la práctica real. Las instalaciones cuentan con seis salas de aprendizaje, también llamadas laboratorios; dos quirofanos, una sala de dilatación, dos UCIS, y una sala de urgencias. Todos ellos dotados con material y mobiliario auténtico. Desde las camillas a la iluminación, los monitores, el oxígeno, anestesia, respiradores o ecógrafos. La inversión total ha estado entre los ocho y los nueve millones de euros, pero el director del centro, Constantino Tormo, cree que vale la pena para conseguir formar a los profesionales con actitud de servicio y la mejor calidad:

Y también los "pacientes virtuales" son lo más parecido a un humano, ya que se tratan de los simuladores más avanzados que existen actualmente: sus cajas torácicas se mueven al ritmo de la respiración, sus pupilas se dilatan, tienen pulso en los puntos donde se toma habitualmente, y mejoran, empeoran e, incluso mueren, si los tratamientos o acciones que reciben son correctos o no. Entre los maniquís hay adultos, niños, bebés e incluso un nacido prematuro. Y también una mujer embarazada que puede parir.

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La coordinadora de enfermería del centro, Laura Cubero, destaca así mismo que es el único centro donde estudiantes de medicina y de enfermería aprenden juntos y reciben, prácticamente, las mismas enseñanzas:

En definitiva, se busca que los estudiantes dominen la asistencia durante todo el proceso vital de la persona, desde antes de nacer hasta su muerte. E, incluso, después de ésta ya que también enseñan a cómo dirigirse a los familiares en caso de fallecimiento. Se trata, pues, de un aprendizaje basado en la experiencia para evitar, o reducir el estrés que se produce cuando se enfrenten por primera vez a pacientes auténticos.

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