Así contamos la muerte de Adolfo Suárez

Ávila

A las 15.03 minutos de la tarde del domingo, 23 de marzo, fallecía Adolfo Suárez en la Clínica Centro, donde llevaba una semana ingresado por una neumonía. La noticia conmociona a todo el país. Había muerto el primer presidente del Gobierno de la democracia, artífice de la Transición entre el régimen dictatorial de Franco y la monarquía constitucional.

Dos horas después en Cebreros, su localidad natal, se celebra un Pleno Extraordinario y la gente se concentra en la plaza para rendir homenaje no solo al político sino sobre todo al hombre, al niño que creció entre sus calles.

Al día siguiente, a las diez de la mañana, su féretro llegaba al Congreso de los Diputados y se instalaba la capilla ardiente. Se le concede la más alta condecoración civil que se otorga en España, la Orden de Carlos III. El rey Juan Carlos I fue quien colocó a los pies del féretro esa distinción concedida a título póstumo, en un acto muy emotivo.

Mientras esto ocurría en Madrid, parte del equipo de Hoy por Hoy, con Gemma Nierga a la cabeza, se encuentra en el Museo de Adolfo Suárez y la Transición. Allí hablan con vecinos de Cebreros y con la directora del MAST.

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El martes por la mañana el cortejo fúnebre llegó a Ávila porque, por deseo del propio Adolfo Suárez, su cuerpo será enterrado en La Catedral. Miles de personas esperaron en la plaza para rendirle el último homenaje. Sobre su tumba se colocó una sencilla lápida con este mensaje: "La concordia fue posible".

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