Los voluntarios de la guarda

Valdepeñas

Llegamos con quince minutos de anticipo a nuestra cita. Llamamos al timbre de la puerta principal de la sede de Protección Civil Valdepeñas. Nos abre uno de sus voluntarios, quien se encontraba en una sala, de guardia. Una sala provista de una televisión, que estaba encendida, y del centro de radio para comunicarse con el resto de compañeros. Él mismo nos relata que "por las tardes estamos unas cinco personas como retén para apoyar antes cualquier emergencia".

Ampliar

Cerrar

Pasan diez minutos y aparece por la puerta nuestro entrevistado. Él es Francisco Javier Maroto, jefe de esta agrupación. Nos invita a subir a la segunda planta de su sede. Una sede que, anteriormente, se utilizaba como guardería. Hecho que lo comprobamos con las protecciones en las puertas para que los más pequeños no se pillaran los dedos.

Además, estas instalaciones cuentan con sección de drones, dos vestuarios, un dormitorio y hasta una cocina. El resto de voluntarios se encuentran en el aparcamiento junto a los dos camiones autobomba a la espera de hacer uno de sus simulacros en la pista de vuelo de Valdepeñas.

Ampliar

Cerrar

Este recorrido comienza en el propio despacho de Maroto, quien confiesa que "el peor momento en mis 28 años en esta agrupación es tener que dar noticias de fallecimientos a personas que conoces de toda la vida en Valdepeñas".

Durante esta conversación, también, aparecen por la puerta dos de las voluntarias. En concreto, Teresa atiende el micrófono amarillo de la Cadena SER, en donde confirma que "soy voluntaria porque familiares míos ya lo eran y me picó el gusanillo". Un gusanillo con el que ya lleva 19 años.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

AUDIO | Escucha el reportaje al completo