La Audiencia Nacional llama por primera vez a declarar a las víctimas de un etarra homenajeado en Vitoria
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COVITE
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Vitoria
La juez de la Audiencia Nacional María Tardón investiga el homenaje al etarra Ramón López de Abechuco en Vitoria el 5 de julio de 2018, con motivo de su salida de la cárcel después de cumplir 29 años de condena por su participación en los asesinatos de Jesús Velasco Zuazola y de Eugenio Lázaro Valle.
Por estos hechos, que fueron denunciados por Covite (Colectivo de Víctimas del Terrorismo), la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 ha citado este martes a las víctimas del terrorismo Ana Velasco Vidal-Abarca y Eduardo Lázaro Ezquerra para tomarles declaración como damnificados por los delitos de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas.
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Según anuncia la asociación de víctimas en un comunicado, esta es la primera vez que un juez llama a declarar a víctimas directamente afectadas por estos delitos.
Al admitir la denuncia, presentada el pasado 31 de julio, el juzgado ha requerido además a las autoridades competentes para que aporten toda la documentación que posean sobre la comunicación recibida de la asociación organizadora del homenaje.
También ha reclamado las sentencias condenatorias a este etarra por su participación en los asesinatos de Jesús Velasco Zuazola y de Eduardo Lázaro Valle, y ha ofrecido acciones a sus hijos Ana Velasco Vidal-Abarca y Eduardo Lázaro Ezquerra para que formen parte del procedimiento.
En la denuncia, presentada el pasado 31 de julio, Covite sostiene que se produjo "un evidente delito de enaltecimiento y justificación de la trayectoria criminal del homenajeado del que son responsables no solo los organizadores sino también las personas que aplaudieron, abrazaron y jalearon al terrorista, así como el propio etarra que se paseó por las calles recibiendo con entusiasmo esos aplausos y abrazos".
Recuerda la denuncia que decenas de personas "lo recibieron con vítores en un acto cargado de contenido político y simbólico, de honor y ensalzamiento".
"Un danzante se situó frente a Abechuco, bailó un Aurresku en su honor y agachó la cabeza ante él al término del acto como muestra de respeto y reverencia", destaca