0-1: El Xerez DFC nunca dejó de creer y da otro paso más hacia el play off
Bello, de penalti y en la recta final, da el triunfo a los azulinos, que lo buscaron de principio a fin

Antonio Bello celebrando el gol de penalti que supuso el triunfo en Coria / Xerez DFC

Jerez de la Frontera
CORIA CF 0 - XEREZ DFC 1
El Xerez DFC pescó en el Guadalquivir y supera en la tabla a dos rivales directos como Algeciras y Los Barrios, lo que le permite seguir a tiro de piedra de los puestos de play off de ascenso a Segunda B. Los azulinos sustentaron su éxito final en la paciencia y en la constancia, las claves de cualquier buen aficionado a la pesca. Claro que si fuera por intensidad, dominio y ocasiones, lo de este domingo en Coria podría haber sido más bien la reedición del milagro de la multiplicación de los panes y los peces.
Pero el sino de este equipo esta temporada es sufrir hasta el final. De cada partido y, si me apuran, de la temporada regular, porque el cuarteto de arriba no afloja y el colchón de puntos no permite el menor tropiezo.
Los de Garcia Tebar, arropados en todo momento por una hinchada que abarrotó la grada principal del estadio del Coria, sabían que para aspirar a los tres puntos tendrían que superar en todos las facetas del juego a un cuadro local muy necesitado de puntos para salir de la zona de peligro y que contaba en sus filas con Rojas y Jojo, dos de los descartes deportivistas en el mercado invernal. El técnico azulino apostó de salida por Antonio Jesús en lugar del sancionado Alex Colorado, pero el jugador cedido por el Sanluqueño estuvo esta vez tan voluntarioso y participativo como poco certero.
Los xerecistas superaron a su rival a base de intensidad y anticipación y suyos fueron casi todos los balones divididos y la mayor parte de la posesión ante un cuadro coriano que no quiso saber nada del balón, que se replegó bien atrás y trató de salir con peligro a la contra. Sin embargo, el monólogo azulino en las tres cuartas partes del campo moría en la orilla del área sevillana por la falta de puntería en el remate final. Bello, Adri Gallardo, Marcelo y Juan Gómez la tuvieron para haber abierto el melón mucho antes, pero el gol sigue siendo la gran asignatura pendiente y el motivo de los desvelos de los cardiólogos de los aficionados xerecistas. El Coria también tuvo alguna opción, pero siempre bien solventado por Flere y la zaga.
Poco antes del descanso, Tébar se veía obligado a realizar el primer cambio debido a una lesión de Herrero, que dejaba su lugar en el campo a Manu Heredia.
En la reanudación no cambiaría el panorama. Más aún, el Xerez DFC insistió en su asedio, pero el gol no llegaba. Casares, Marcelo, Gallardo, Manu Heredia al palo, Robin y Bello las tuvieron, pero nada. El Coria sólo inquietó en un par de desajustes defensivos.
Cuando más se acusaba el desgaste físico, los azulinos sacaron fuerzas de flaqueza en el tramo decisivo del partido llevados en volandas por su hinchada. El penalti, de hecho, fue fruto del aliento de la grada y del amor propio de los azulinos, que se plantaron por enésima vez en el área y Javi Casares (partidazo el suyo), después de una finta, fue trabado claramente. Bello estaba como loco por sacarse la espina de Córdoba, tomó el balón y batió desde los once metros al meta Isco.
Al final, fiesta en el Guadalquivir y en el vestuario gracias a tres puntos decisivos que a la larga pueden valer una liguilla de ascenso.
La nota negativa, que uno de los autobuses que trasladó a los aficionados jerezanos fue apedreado.