Multitudinaria despedida al obispo emérito, Rafael Torija
Gerardo Melgar le ha definido como "un pastor sencillo, cercano, interesado por todos y por todos sus problemas y siempre estuvo al lado de los que más le necesitaban en cada momento"
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Ciudad Real
Multitudinaria despedida al obispo emérito, Rafael Torija, el primer obispo de Ciudad Real. Este lunes se oficiaba la misa exequial presidida por el obispo Gerardo Melgar que en la homilía ha destacado de él que fue "un pastor sencillo, cercano, interesado por todos y por todos sus problemas y siempre estuvo al lado de los que más le necesitaban en cada momento".
La Catedral ha acogido a cerca de un millar de personas para darle el último adiós. Entre los presentes, Pedro de Borbón-Dos Sicilias, presidente del Real Consejo de las Órdenes Militares, así comos los caballeros de las ordenes militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, que siempre tuvieron una estrecha relación con él como Prior de las mismas.
También, acompañando a los familiares de Torija, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez; el obispo de Guadalajara, así como los obispos eméritos de Ciudad Real y Albacete, entre otras autoridades eclesiásticas; además de autoridades nacionales, provinciales y locales; militares y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
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Múltiples han sido las condolencias que se han recibido por la muerte de Torija, incluso por parte del Papa Francisco. Así lo indicaba al comienzo de la homilía el actual obispo, Gerardo Melgar.
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Sobre el féretro, colocado de espaldas al altar, se disponían las insignias episcopales: casulla, mitra, báculo y evangeliario y tras la misa se procedía a la inhumación, en el pasillo central de la Catedral.
La misa ha estado acompañada con cantos de la Coral Diocesana, compuesta por jóvenes de todos los pueblos de la diócesis.