Lista de espera para cursar la Unidad Didáctica de Lenguaje inclusivo en la UPV/EHU
Arantza Gutiérrez es una de sus responsables y reconoce a la SER que las resistencias a utilizarlo son más comunes de lo que creemos. A su juicio, la Real Academia de la Lengua debe renovarse
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Bilbao
Esta semana pasada el Boletín Oficial del País Vasco recogía uno de los últimos cambios en la terminología de las asociaciones buscando reconocer la perspectiva de género. Igual que la Escuela de Ingenieros es ahora la Escuela de Ingeniería de Bilbao, por ejemplo, el Colegio de Abogados de Bizkaia es oficialmente el Colegio de la Abogacía. Modificaciones que se recogen bajo el paragüas del lenguaje inclusivo y que han motivado la creación de una Unidad Didáctica en la UPV/EHU con esa denominación. Acumula ya tres ediciones y en todas con lista de espera. Entre sus demandas, la exigencia de renovación en la Real Academia de la Lengua.
Arantza Gutiérrez, Doctora en Periodismo por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y profesora titular del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad, es una de las responsables de esta Unidad Didáctica. Reconoce que "las resistencias son más comunes de lo que creemos en función de quién accede a qué". En el centro de las mismas sitúa a la Real Academia de la Lengua porque "incluye enseguida palabras de uso vulgar, como almóndigas, y en el género le cuesta". Para Gutiérrez "es una postura política". Es consciente, en cualquier caso, de que "el propio uso le va a obligar, como ha ocurrido con la palabra sororidad" (agrupación que se forma por la amistad y reciprocidad entre mujeres que comparten el mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo).
Gutiérrez considera que hablar de lenguaje inclusivo "nos hace ser conscientes de otro tipo de realidades, no sólo de la perspectiva de género". Es importante saber, dice "desde dónde partimos cuando nombramos a la otra persona". Como ejemplo, señala que es habitual decir "que una persona tiene gripe y, sin embargo, que otra es esquizofrénica". Es importante incluir la diversidad en nuestra forma de hablar y ponerse en el lugar de otras personas. En lo normativo comienza a incluirse, señala Gutiérrez, "niños o niñas con autismo, en vez de niños/as autistas". Es una forma de empezar, pero como la propia Unidad Didáctica, en continua renovación.