Depurar, limpiar y otros verbos sin conjugación
Depurar, limpiar y otros verbos sin conjugación
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Córdoba
Hay verbos que, en política, en democracia, no se pueden conjugar. Sustantivos y adjetivos que no se pueden declinar. Y, sin embargo, empiezan a aparecer en el escenario, con riesgo de permanecer.
En el Parlamento, el partido odiante (tiempo verbal que indica acción en marcha) de esta temporada pide una lista de funcionarios que trabajan en asuntos de violencia de género. Desde el odio hacia la igualdad y el desprecio a quienes tratan de ir acabando con las causas de la violencia estructural que más mata en la sociedad de nuestro tiempo. Quieren depurar, quieren listas negras.
Mientras, en Lavapiés se desahucia a familias que habían estado pagando años y años. El partido odiante vocifera en sus redes que hay que limpiar Madrid de okupas. Limpiar, depurar. Higienismo social e ingeniería de una pureza que remite a un monstruo que habitaba entre nosotros y que ahora ha decidido salir de la gruta.
En la gramática de nuestra democracia hay verbos inconjugables. Son arcaísmos. Restos de una lengua que no queremos en nuestros manuales. En el próximo examen, debemos suspender a quien use esta gramática incapaz de vehicular la lengua de la democracia. Es el momento de que no pasen el test.