¿Cuál es la situación de la música en Jaén?
Varias bandas y salas de conciertos analizan la realidad de una provincia que cuenta, cada día, con menos infraestructuras para el desarrollo musical emergente
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Reportaje - La Música en Jaén (22/02/2019)
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Jaén
Hace unos años, no se crean que tantos, la situación era bien distinta. La música en directo, las bandas de rock, pop, indie o heavy tenían carteles colgados todas las semanas anunciando conciertos. Y la gente acudía a verlos. Y, además, había salas de conciertos dedicadas y en abundancia para acoger tal amalgama de eventos musicales.
Una delicia cultural para los sentidos, pero… ¿Cuál es la situación actual? Pues es bien distinta. Siguen existiendo bastantes bandas valientes en la provincia de Jaén que, por desgracia, tienen más ganas que recursos. Pero la gente ya no va tan alegremente a las poquitas salas de conciertos que quedan y que, casi, se pueden contar con los dedos de una mano.
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Reportaje - La Música en Jaén (22/02/2019)
Por tanto, hagámonos la temida pregunta ¿Cuál es la salud de la música emergente actualmente en la provincia?
Falta infraestructura
La respuesta no es tan clara. Hemos preguntado a tres bandas emergentes (o lo que es lo mismo, que están empujando para hacerse un hueco). También a dos salas de conciertos que llevan años y años programando. Y no hay una conclusión clara. Juan Pablo Huertas, es el cantante de 'Crononauta'. Acaban de lanzar su segundo disco. Para él, la salud de la escena musical jiennense es muy buena, pero resalta la escasa o nula industria existente en la provincia para la evolución de las bandas. "Agencias de management, sellos discográficos o salas de conciertos donde se haga una programación estable. De eso carecemos un poco. La provincia tiene una salud buena en lo referente a los grupos de música, de siempre hemos tenido buenos músicos y bandas, pero nos falta lo que tienen otras provincias para dar el empujón".
No hay sitios donde tocar
Algo en lo que coincide plenamente Michi, el 50% junto a Pedro Higueras, del 'Club del Aguante'. Existe una alta calidad, dice, en la escena musical jiennense, y que aportan grandes canciones. Eso sí, insiste también en la tremenda dificultad de llevar adelante un grupo y aclara que, ante estas circunstancias, "no se puede vivir de la música”. A esto se une la desgana del público, al que le cuesta mucho ir a los conciertos. “No hay muchos sitios donde tocar porque también estamos hablando de que esto es Jaén, no es Granada que está muy cerca y es muy distinta. Aquí cuando hay un bolo arrastras a tus amigos y a alguien que pasa de camino por ahí, pero poco más".
La apatía del público
'Estocolmo' es un grupo que recién inicia en Torreperogil. Su guitarrista es un veterano de la música de la zona. Paco Peñuela coincide en que existe cierto desinterés de la gente por la música en concierto. Aunque hay espacio para la esperanza, y existen salas donde la gente sigue yendo a vivir la magia del directo. "Por ejemplo el Central de Baeza, el Mercado o la Sala Kharma. Un grupo de gente siempre suele acudir a estos sitios, pero la verdad es que muchas veces, vas a tocar, y te encuentras desabrigado. No sé si será por falta de información de las bandas o por otra cuestión, pero nos gustaría que nos arroparan un poco más".
'Bolos' sin beneficio
Una de esas salas de conciertos, a la que hacía referencia Paco Peñuela, es el Café Central de Baeza. Un auténtico clásico, en el mejor sentido de la palabra. No han cejado en el empeño, excepto el año anterior por cuestiones ajenas al propio local. Todos los jueves es tradición, en la ciudad patrimonio de la humanidad, acudir al Central a ver música en directo. De la programación, se encarga Julio Ortega, que reconocía que es prácticamente imposible centrarse solamente en el negocio de los conciertos. Hay que diversificar. "Porque Café Central es cafetería, pub, sala de fiestas, organiza eventos. Es decir, no se ciñe solamente a los conciertos. Si que es cierto que muchos de ellos son pinchazos y no funcionan bien, porque cuando se desconocen las bandas no tienen el apoyo suficiente para cubrir los gastos que ello genera".
El Monstruo que se ha creado
Antonio Díaz es un luchador. Alguien que ama la música por encima de todo y que lo demuestra, cada día, abriendo la persiana de la sala Cambalache de Bailén. Son muchos años defendiendo la música en directo. Y muchos de esos conciertos son de grupos emergentes. Él también cree que existe una escena jiennense de primera y lamenta lo difícil que resulta mantener una sala de conciertos. El público ha mermado, y esa es una verdad incontestable, según Díaz. Es el monstruo que otros han creado. "Es duro, tortuoso, difícil… es casi una obra de arte organizar conciertos, hoy en día, más que nada por el problema de que la regulación impide hacer a las salas lo que queremos, cuanto queremos y cuando queremos. La gente no acude a los conciertos por varias cosas, porque no valoran la música en directo o por la tradición de la gratuidad de los conciertos".
Home Estudios
Otro aspecto, en el que las bandas coinciden, es en la falta de infraestructura provincial. Aún así, siguen existiendo estudios de grabación profesionales que rivalizan a diario con los home estudios (los que los propios grupos se fabrican en sus habitaciones, dormitorios o, incluso, en sus trasteros). Juan Pablo Huertas, el líder de 'Crononauta' también gestiona un estudio profesional. Asegura que, a pesar de los temidos estudios caseros de los grupos, que en muchas ocasiones no tienen el nivel sonoro necesario, sigue habiendo bandas que requieren servicios profesionales.
En conclusión. Todos coinciden en que existe una escena musical en la provincia de sobresaliente. Que faltan salas de conciertos y otros lugares donde vivir la música en directo. Que la sociedad ha dejado de ir tan alegremente a ver lo que ellos llaman "bolos". Pero que el tiempo también da esperanza, y todo puede cambiar. ¡Que así sea!