Berjón: "No tengo pensado jugar en otro equipo que no sea el Oviedo"
"Estoy feliz y en mi casa", aseguró un Saúl que termina contrato el próximo 30 de junio.
Oviedo
Saúl Berjón se encuentra en su tercera temporada en el Real Oviedo. El extremo, que regresó a Asturias durante el mercado invernal del año 2016, es el segundo capitán del conjunto azul, únicamente por detrás de Toché. Desde su llegada se ha convertido en una pieza diferencial dentro del terreno de juego y un futbolista clave en el vestuario carbayón.
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El canterano estuvo junto a Cali González y Martín Gago en SER Deportivos Asturias analizando no solo la actualidad que rodea a la entidad ovetense sino también su situación personal, una vez que termina contrato el próximo 30 de junio.
Por ello, también quiso tranquilizar a todos los oviedistas porque pronto podría anunciarse su renovación: “Que no se preocupen. Yo no tengo prisa, estamos hablando. Cualquier día os damos una sorpresa de que ya se renovó. No tengo pensado jugar en otro equipo. Estoy en mi casa, soy feliz y creo que el club conmigo está igual así que es cuestión de tiempo, no hay ningún problema”.
Otros compañeros como Folch, Carlos Hernández, Mossa o Alfonso Herrero han aumentado su compromiso de azul para las próximas temporadas, algo primordial para Saúl de cara al futuro: “Mantener el bloque me parece fundamental para conseguir los objetivos que se marca el club. Cuando el Oviedo estaba en Tercera, cada año llegaban quince jugadores nuevos y eso puede ser que una vez suene la flauta. Un ejemplo claro es el Eibar, que cuando llegué en Primera había ocho o diez jugadores que habían ascendido desde Segunda B”.
La buena relación de Berjón con Anquela es incuestionable después de que ambos coincidiesen en el Alcorcón allá por el año 2011: “Somos como un padre y un hijo. Unas veces nos peleamos, otras no queremos, pero nos llevamos así de bien siempre”. Saúl nunca dudó del trabajo del técnico a pesar de que hubo un momento donde estaba en la cuerda floja porque los resultados no acompañaban. “Todos estamos comprometidos con el míster, estamos a muerte con él. La salida de Anquela hubiera sido injusta, pero en el fútbol son cosas que pasan. No echas a veinticinco sino a uno. Es el más fácil de echar. Pero estamos haciendo exactamente lo mismo, no ha cambiado nada”, explicaba el ovetense.
“El equipo sigue trabajando igual y tenemos las mismas ideas. Pero ahora el factor suerte está de nuestro lado”, añadía Berjón tras firmar un inicio de año prácticamente inmejorable con 15 puntos sumados de los últimos 18.
El extremo reapareció en los terrenos de juego el pasado sábado después de que acumulase dos meses de lesión, con una rotura de fibras primero y una tendinitis después: “Nunca estuve tanto tiempo parado. Hay que ir poco a poco. Estoy bien, sobre todo a nivel mental, y con cero molestias que era lo primordial. El dolor no terminaba de irse, y una vez que se fue y pude entrenar lo agradecí. Me alegro un montón por ello”.
El último encuentro que había disputado era el derbi contra el Sporting en el Carlos Tartiere, pero tuvo que ser sustituido al descanso cuando iban ganando 2-0 debido a unas molestias musculares que no le habían permitido jugar la anterior jornada: “Tuve la suerte de que el resultado se puso de cara y pedí el cambio porque se me cargaba la zona. No quería forzar más. No me puedo arrepentir de querer jugar porque no me pasó nada ese día. Fue antes del partido contra el Reus cuando me dio otro pinchazo”.
“Para los que somos de aquí son partidos que significan más que tres puntos. La sensación de alivio es tremenda porque tienes muchas ganas de vencer. Estuve incluso cerca de marcar, pero me la paró Mariño. Sería un gol muy especial que me encantaría meter, pero lo más importante es ganar”, añadía Saúl.
Su vuelta al once inicial en el Martínez Valero permitió a los delanteros disfrutar de sus asistencias, como la que dio a Joselu en el primer tanto frente al Elche: “Tenía ganas de darle un pase de gol al chiquitín. Él vive del gol y lo hace de una manera muy ansiosa. Me falta darle uno a Ibra y a otro a Toché. Casi disfruto más dando una asistencia que marcando”.
La conexión dentro del campo con Joselu también se lleva fuera del césped. Bromeaba el capitán después de ser una de las personas que más trató de convencerle para recalar en el conjunto azul: “Estuve todo el verano llamándole y dándole guerra. Desde el primer día hicimos un vínculo muy grande. Ahora está contento y esperemos que siga así que si no se enfada. Yo lo tengo en el móvil como ‘Joselu vinagrín’, pero tiene un corazón muy grande”.
Siguiendo con algunas de las intimidades de un vestuario que es como una familia, Berjón destacó que "Diegui es un personaje. A su nivel no hay ninguno, es un grado superlativo. Es un fenómeno”. Pero la relación con más compañeros también es muy estrecha. “Yo vacilo mucho a Ibra, que parece más reservado y es un cacho de pan. Christian es especial. Mete caña a todos y por eso me llevo bien con él”, comentaba entre risas nuestro protagonista.
La música en el vestuario o autobús de un equipo suele ser casi indispensable, y en esa faceta hay varios jugadores que se encargan de amenizar los tiempos muertos. “Si aparece la cumbia sabes que están por ahí Forlín y Nereo. La indie la pone Mossa, mientras que Ibra es una caja de sorpresas, lo mismo te pone reggaeton del 2000 como bachatas”, zanjaba Berjón.