Tumbas perdidas
¿Cómo es posible que en Madrid se haya perdido la tumba de casi todos los grandes autores del Siglo de Oro? Lope de Vega, Calderón de la Barca, Velázquez o el propio Cervantes que está sin estar, han sufrido el paso del tiempo y la dejadez del merecido recuerdo que hacia ellos se debió de tener desde su fallecimiento
Madrid
Cuando vine a vivir a Madrid hace más de dos décadas en el año 1998, recuerdo que poco después se puso de moda la figura de Velázquez por la polémica existente alrededor de su tumba. La céntrica Plaza de Ramales, en donde había estado la iglesia que en su momento acogió los restos del insigne pintor barroco, estaba siendo excavada. Se sabía que la tumba del artista sevillano estaba allí…. pero también se sabía que las huestes de Napoleón en su paso por Madrid saquearon el templo y la tumba de don Diego se perdió para siempre. En la actualidad en el suelo de la plaza de Ramales, unos bancos delimitan el dibujo que debió de tener la iglesia antiguamente. Una placa recuerda que allí estuvo enterrado el pintor sevillano, pero ni rastro de su tumba.
Pérdida tras pérdida
Es una historia descorazonadora. Los artistas más importantes del Siglo de Oro tanto en literatura como en otras artes, literalmente, se han volatilizado. Todos pasaron por la corte madrileña y como si fuera una suerte de maldición han ido cayendo en el olvido o en la simple pérdida. Las iglesias en donde se depositaron sus restos, en ocasiones con mucha ceremonia y boato, han sido remodeladas con el paso de los siglos o simplemente han sufrido los percances propios de las guerras y se han perdido.
El caso de Velázquez no es único. Cervantes es quizá el más conocido. Apareció en la iglesia de los trinitarios, donde se sabía que estaba, pero al mismo tiempo no apareció. Porque lo que se puso ante los madrileños es un conjunto de huesos en los que se cree que seguramente estén sus restos. Pero eso es como subirse a la sierra y desde allí señalar Madrid y comentar "Allí están las tumbas de los ilustres de nuestra historia". ¿Dónde? Nadie lo sabe.