La Piedad
Andrea Sinde González
Bilbao
Dolor, lágrimas, desesperación …Siento como la sangre corre por mi blanca piel tiñéndola de olvido y sufrimiento. Escucho el latido de tu corazón y noto tus frágiles manos sosteniendo con firmeza mi pecho. Dejas que mi cabeza se deslice sobre tu regazo y escondes tu mirada entre los párpados semiabiertos y los pliegues del velo que cubren tu cabeza.
Mirada triste y desconsolada de una madre que siente el profundo martirio de un hijo, cuyo frágil cuerpo, atado a su destino, apenas puede sostener su último aliento.