El empresario Raimundo Toledo falleció a golpes durante su secuestro
La Fiscalía pide alternativamente la pena de asesinato y homicidio para los tres acusados
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Los acusados durante la celebración del juicio en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. / CADENA SER
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Santa Cruz de Tenerife
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife acogió la recta final del juicio por el asesinato del empresario gasolinero, Raimundo Toledo, en el que se han planteado las conclusiones finales entre las que destacan dos aspectos fundaméntales: la primera que la víctima, murió debido a los golpes propinados durante su secuestro por lo que ya se encontraba fallecido cuando fue lanzado en el interior del vehículo en llamas, por el mirador de la centinela en San Miguel de Abona. Y por otra parte, el fiscal mantiene la petición de 20 años por asesinato para los acusados además de secuestro, robo e incendio sin embargo también plantea de forma alternativa la condena por homicidio.
Relato de los hechos
El Fiscal aseguró que la presunta autora intelectual del crimen, Sandra Penton, contó con la ayuda de dos cómplices: Alexander Reyes y Diego Claudio Gutiérrez. Los investigados compraron un vehículo Seat Toledo, y un arma de fuego falsa y emprendieron labores de vigilancia en las cercanías del domicilio del empresario en Santa Cruz de Tenerife. La rutina de Raimundo Toledo, tío del actor Willy Toledo, era fácil de adivinar. Tenía 68 años y siempre conducía hasta su domicilio en un Honda Civic. Así, en diciembre de 2015, Reyes y Gutiérrez esperaron a que el empresario llegara a las puertas de su domicilio y se introdujeron en su vehículo. Tras un breve forcejeo, lograron reducirlo atándolo con el cinturón de seguridad y se dirigieron al sur de la isla. En un lugar que no ha sido determinado aún por la policía, ataron a la víctima con los cordones de sus propios zapatos y le comenzaron a golpear violentamente hasta provocarle la muerte.
Posteriormente, Penton acudió a un lugar convenido y proporcionó ropa limpia a los presuntos autores y un bidón de gasolina con la que incendiaron el coche con la víctima en su interior despeñando el vehículo por el mirador de La Centinela en el municipio de San Miguel de Abona. Los intentos de borrar las pruebas fueron infructuosos debido, fundamentalmente, a un aspecto: en su fuga los presuntos autores olvidaron el coche en el que iniciaron la vigilancia de la víctima y en su interior una pistola, guantes y cinta de embalar. Ese detalle proporcionó a los investigadores las pistas que determinaron días después la detención de los tres investigados. El veredicto del jurado se producirá el próximo lunes.