'Originales y copias'
En un mundo de lo global, virtual, lo digital y lo audiovisual, no resulta fácil encontrarnos con algo realmente original y auténtico, y proliferan las copias, las imitaciones y las falsificaciones
Firma Juan Antonio Palacios, "Originales y copias"
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Algeciras
En un mundo de lo global, virtual, lo digital y lo audiovisual, no resulta fácil encontrarnos con algo realmente original y auténtico, y proliferan las copias, las imitaciones y las falsificaciones. Esto ocurre en todos los órdenes de nuestra vida, y resulta particularmente llamativo en el arte en sus distintas modalidades.
Cuantas obras literarias o pictóricas no serán un buen o mal calco de lo que ha hecho alguien con creatividad y originalidad. En la política oímos repetir hasta la saciedad los mismos argumentos desde las distintas organizaciones políticas y los tertulianos desde sus cenáculos, círculos y corrillos, nos machacan desde la mañana a la noche con los mismos argumentos sobre los mismos temas.
La gente lo copia todo, los gestos, las palabras e incluso los silencios. Debemos aprovechar las nuevas oportunidades, y no caer en la rutina y en lo fácil, poner en el foco lo que todo el mundo sabe pero nadie quiere reconocer, dejando los miedos atrás y superando las barreras.
Cuando estamos rodeados de tramposos y chantajistas, no le podemos dar importancia a aquello que no la tiene. Nos atascamos, perdidos en cosas insignificantes e intentado resolver la magnitud de la ausencia transformada en presencia, la de la abundancia de la escasez y el salvajismo de los buenos modales.
Entre tensiones y diálogos, vamos dando pequeños pasos para superar angustias y cansancios, para mostrar lo mejor de nosotros mismos con autenticidad. Podemos terminar confundiendo las copias y los originales, domesticando nuestro lado salvaje con nuestras formas civilizadas, y por este camino terminamos desconectando del mundo, para volver con más fuerza y energía, una vez que nos reseteen.
No existe ganancia sin perdida, y es posible que abramos la puerta que no era o apretemos el botón equivocado. Imbuidos del entusiasmo, tenemos unas enormes ganas de conectar con nuestro yo más profundo e intenso, de conocer y descubrir el mundo, sabiendo tener paciencia y esperar para materializar nuestros sueños estando abierto a todas las posibilidades.
Sin inquietudes ni conformismos, no es malo saltarse algunos planes, evitar broncas y follones innecesarios, no ser prisioneros de los cambios rápidos y bruscos, teniendo cuidado y no despistarnos, descubriendo cosas y sorprendiéndonos, porque siempre que hay ideas, hay vida.