Condena
Han tenido que pasar casi 10 años desde el fallecimiento de dos mujeres en la playa de Los Guíos para saber si el ayuntamiento de Santiago del Teide pudo prevenir el desgraciado derrumbe que se llevó dos vidas por delante. Finalmente el exalcalde de Santiago del Teide, Juan Damián Gorrín, y dos técnicos municipales han sido condenados a un año y seis meses de prisión por dos delitos de homicidio imprudente y a cinco años por otro delito de prevaricación.
La sentencia, que adelantaba ayer Radio Club Tenerife, confirma que no se adoptaron medidas eficaces para evitar el accidente; tampoco se ordenó el cierre de la playa cuando un mes antes se habían producido desprendimientos en la zona, y no se acordó ni vigilar ni colocar carteles que avisaran del peligro.
¿La vigilancia, los carteles o incluso el cierre de la playa hubiera evitado la tragedia? No lo sabemos, pero con la sentencia en la mano sí sabemos que se pasó por alto, conscientemente, el estado peligroso de un talud que ya había dado señales de aviso. Desidia, ineptitud, miedo a las críticas de los empresarios de la zona o simple ingenuidad, las causas pueden ser varias, pero casi una década después una cosa está clara: los condenados no hicieron nada para evitar la tragedia o por lo menos para prevenirla.
Esta sentencia, que no es firme, nos vuelve a recordar que la administración y los representantes públicos no puede lavarse las manos y esconder su responsabilidad ante negligencias de este tipo.
Por cierto, la penas han sido menores a 2 años a causa de dilaciones indebidas, o sea que el tiempo en que se ha tardado en tramitar todo el procedimiento judicial ha sido un atenuante. Otra vez la lentitud de la justicia, una justicia que deja de ser justa cuando se eternizan los procesos. Pero ese es otro tema.
