Mi madre con mecedora
Marta López García
Bilbao
Es la mirada de cariño perenne. El STOP para las ideas descarriladas. Es el apoyo incondicional de tus locuras. El hombro donde siempre podrás llorar. Tu regazo favorito. Es un nunca te fallaré real. Un siempre estaré. Es entrega. Es amor, puro y fuerte. La más bonita, su sonrisa, su mirada, guárdala dentro de ti.
Tic, Tac, el tiempo pasa, corre y alza el vuelo, pasarán las estaciones y coleccionarás mil recuerdos. Después, será un hueco insalvable cuando esa mirada ya no tenga luz. Será tus mejores momentos. Será lección de amor. Será esa canción que escucharías en bucle sin cansarte.
Será eterna, siempre Mamá.