Ama
Aurelio Gutiérrez Cid
Bilbao
Cualquier retratista sabe cómo se nos resiste cierta gente a ser pintada, fotografiada. Una hija pintando, amorosamente, a su madre. La modelo no mira a la cara a la pintora. El cuadro de Menchu Gal me plantea muchos interrogantes ¿Qué hubo antes del lienzo? ¿Qué hubo después? ¿Cambió algo ese cuadro la relación entre la madre y la hija? Lo que sí sé es que la pintora volcó las miradas necesarias para captar la belleza de la modelo, vestida como una mujer moderna y atractiva. Imagino el silencio entre ambas mientras cada pincelada, sin titubeos, caía perfectamente en su sitio.