Brote de color
Mercedes Vega
Bilbao
Recluida en mi caos mental acudí al paseo de la ría. Mis ojos sólo percibían tonos grises y negros. Entonces se acercó él y me dijo:
-“Póntelas, ponte estas gafas”.
Antes de poder reaccionar con la palabra mis manos colocaron los anteojos. Todo se llenó de color. Miles de formas teñidas aparecieron ordenadamente al igual que lo hicieron mis pensamientos. Una lágrima de alegría brotó.
-“¿Cómo lo has hecho?”- le dije.
- “Has sido tú. Todo estaba en ti antes de encontrarme, pero no lo veías”.