A los 104 años, Ascensión deja el bar

Ponferrada

Ascensión Ramón cierra, con 104 años, el bar de Bárcena de la Abadía, al que ha dedicado toda su vida.

Ascensión, que ha estado detrás del mostrador desde que tiene memoria, se despide con una carta, escrita junto a sus hijos, en la que recuerda sus vivencias y lamenta las muchas circunstancias que la han obligado a cerrar, entre ellas, los impuestos, que en las poblaciones pequeñas no pueden ser tan altas como si estuviesen ‘en la plaza de Lazúrtegui de Ponferrada o en la puerta del Sol’, lamenta. En ese sentido, también hace una llamada a los gobernantes para que reflexionen y ayuden a este tipo de establecimientos.

Como ella misma relata, ha vivido tiempos difíciles, ‘años de miseria, de guerras, de hambruna, posguerra, crisis….’ en los que desde su establecimiento ha despachado ultramarinos, carnicería, piensos, pieles, además de ofrecer pensión y comidas. Un lugar de tertulia para vecinos y forasteros, recuerda Ascensión, que también servía de lugar de terapia para los vecinos e incluso de salón de baile, del que salieron ‘unos cuantos matrimonios’.

Con 104 años, Ascensión Ramón dice adiós agradecida a sus vecinos, a las personas que ha conocido desde su niñez, a las que anuncia que su casa, conocida como la casa de Ascensión, la casa de Santos y bar la Viuda, seguirá abierta a todos quienes la quieran visitar: ‘siempre habrá un trago para compartir y un rato para conversar’.