AVA culpa a la administración y la distribución de la crisis agraria

Valencia

Las administraciones y la distribución tienen la culpa de la delicada situación del campo valenciano que a pesar de todo sigue siendo un diamante en bruto con muchas posibilidades. Esa es la foto que de la situación del campo valenciano hace el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, AVA, Cristóbal Aguado. No escatima calificativos para definir el balance de 2018: desastroso o ruinoso y en el que en lo político se ha avanzado poco. Porque afirma que Europa no cuenta con la agricultura mediterránea y lo demuestra la PAC; que el gobierno de España tampoco y que la Generalitat vive de gestos y de leyes incompletas y poco consensuadas (como son la de la huerta o la de estructuras agrarias) pero sin dotación presupuestaria y sin verdadera intención de resolver los problemas. Ponía como ejemplo los cítricos.

Y no olvida tampoco a la distribución y el sector comercial al que acusa de enriquecerse a costa de los agricultores. Lamenta que no exista una ley de la cadena alimentaria que garantice una renta mínima al labrador que además permitiría rejuvenecer el campo.

Pero confía en el campo valenciano y en su potencial a pesar de su escasa capacidad para unirse y convertirse en un auténtico lobby. Sin embargo, Aguado descarta cualquier acercamiento a la Unió de Llauradors a la que acusa de derrotista y de estar demasiado politizada.