El Gobierno clausura "por razones de seguridad" el palacio Marqués de Rozalejo
Pamplona
El Gobierno de Navarra ha decidido este miércoles clausurar el Palacio del Marqués de Rozalejo en Pamplona, "poniendo por delante la seguridad en mayúsculas", tras un informe elaborado por técnicos del Ejecutivo en el que se constataba el "agravamiento de los riesgos" en el inmueble, que ha estado ocupado durante más de un año.
Así, el vicepresidente de Desarrollo Económico del Gobierno de Navarra, Manu Ayerdi, ha señalado que el Ejecutivo "va a adoptar las medidas necesarias para que la seguridad prevalezca por encima de todo".
No obstante, ha precisado que "es un edificio que por su complejidad y por su ubicación hace imposible al cien por cien asegurar su impenetrabilidad".
La decisión se ha adoptado tras conocer el informe técnico provisional realizado por el Servicio de Patrimonio, en el que se ratifica que el uso del Palacio del Marqués de Rozalejo constituye un grave riesgo para las personas.
Según concluye, no existe ningún tipo de garantía estructural ni se conocen las posibles prestaciones de la estructura ante sobrecargas por lo que el riesgo de uso es muy elevado. Junto con el estructural, el eléctrico es el segundo factor de riesgo más importante pues se ha comprobado que, además del enganche ilegal, la instalación eléctrica no cumple ningún punto de la normativa y se aprecian cuadros sin protecciones diferenciales, así como cableado y conexiones sin protección y al alcance de cualquier persona.
Según el informe técnico, elaborado tras la ocupación del edificio, ambos riesgos son de extrema gravedad y añade otros factores que comprometen la seguridad de las personas y el edificio como son: posibilidad de incendio por acumulación de productos inflamables (en algunos casos próximos a cuadro eléctrico sin protección); posibilidad de caída al vacío por numerosos huecos sin protección y con carpinterías practicables; realización de actividades y manipulación de elementos voluminosos en zonas apeadas y con grave riesgo de ruina estructural; supuestas instalaciones contraincendios sin garantías de funcionamiento; o realización de actividades en las que pueden darse condiciones de aglomeración y sin contar con accesos ni instalaciones de prevención adecuadas.
Asimismo, el informe concluye que se ha comprobado la realización de diferentes obras en el edificio tales como cierres de fábrica, derribos de tabiquería, cierre del espacio bajo la escalera principal mediante doble fábrica de bloque armada, ampliación de la instalación eléctrica con enganche ilegal, picados, revocos y pintura y ejecución de falso techo.
Es por ello que se están ultimando medidas correctoras para minimizar los riesgos en el edificio debido a sus condiciones. En el momento de la redacción de este informe se ha asegurado la estructura en su mayor parte, se ha desmontado la instalación eléctrica y se ha comenzado el levante de suelos en extensión. Tanto la visita de los técnicos como las medidas correctoras se han confrontado in situ con el responsable de la Oficina de Rehabilitación del Ayuntamiento de Pamplona así como con el jefe de la Sección de Patrimonio Arquitectónico de Príncipe de Viana. Las actuaciones se han llevado a cabo respetando en todo momento los elementos protegidos del edificio.
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