Bilbao cierra la puerta a los autobuses sin conductor
"Me han pedido hacer pruebas de autobuses autónomos en Bilbao, y les he dicho que no", ha revelado el concejal de Movilidad, Alfonso Gil en Hoy por Hoy
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Archivo
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Bilbao
En plena polémica por la irrupción de los vehículos sin conductor que tiene en pie de guerra al sector del taxi, el concejal de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao, Alfonso Gil, ha reconocido que ha tenido que cerrar la puerta a otro modelo que podría poner en riesgo otros tantos puestos de trabajo: los autobuses autónomos. "No pocas compañías me han pedido hacer pruebas de autobuses autónomos en Bilbao", ha revelado Gil, "porque yo sigo creyendo en las personas para prestar los servicios", ha zanjado.
Entrevistado en Hoy por Hoy, en la primera entrevista que ha concedido desde que estalló el conflicto laboral entre la plantilla y la concesionaria del servicio de Bilbobus, el concejal socialista ha sido muy crítico con el sindicato ELA, a quien ha pedido que sea proactivo en la negociación. Ha sugerido que tomen como referencia el acuerdo suscrito por Comisiones Obreras y UGT en las líneas de Margen Izquierda y zona minera de Bizkaibus, "que comparen la oferta social y la económica" con las condiciones en Bilbao, ha dicho.
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Gil ha detallado que la plantilla no ha sufrido recortes ni congelaciones durante la crisis "porque había un compromiso previo entre empresa y comité si había paz social", ha explicado, a lo que preguntaba "¿quién incumple ahora? Quien no quiere paz social".
En este contexto, ha reconocido que no es el momento de afrontar la comprometida reordenación de líneas de autobuses en la villa aunque avanzaba que "mejorará las zonas desprotegidas", allí donde no llega el metro.
Ha anunciado que la Junta de Gobierno va a aprobar la próxima sesmana el nuevo contrato de Bilbobus, que contempla un cambio en el modelo de gestión y es uno de los más cuantiosos, está valorado en 400 millones de euros con una duración de diez años.
Están fabricándose las nuevas marquesinas que llevarán la firma del arquitecto Norman Foster y la previsión es que las primeras lleguen a las calles de la villa en primavera. Finalmente, atendiendo a las reclamaciones de las conductoras, siete marquesinas contarán con baños, el doble de las planteadas en un primer momento.