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Los ya 'no críticos' con el PP de Cantabria resurgen de sus cenizas con la candidatura de Beitia

Muchos ya pensaban volver a su actividad profesional. Otros, en partidos distintos, también regresarían al PP

Gema Igual y Ruth Beitia. / Cadena SER

Gema Igual y Ruth Beitia.

Santander

El terremoto que ha provocado la imposición de Ruth Beitia como candidata a los próximos comicios del mes de mayo supone un capítulo más de los, seguramente, dos años más negros y convulsos de la historia del Partido Popular de Cantabria. De poco ha servido la victoria de María José Sáenz de Buruaga en aquel congreso polémico y turbio que se saldó con denuncias en los tribunales por un amaño que la propia justicia demostró injustificado. De poco ha servido los llamamientos de la todavía presidenta del PP cántabro a la unidad. Y de casi nada ha servido que fuese la propia Buruaga quien haya mostrado especial empeño en cosar las heridas que nunca se terminaron de cerrar.

Pablo Casado tenía la decisión tomada desde hace varias semanas y la primera en saberlo fue Beitia. Los argumentos del líder popular para imponer a la campeona olímpica son, principalmente, dos: la admiración y cercanía que siente por la deportista y también las encuestas encargadas por Génova, en las que Beitia salía claramente vencedora en su comparativa con Buruaga.

El golpe de guión es tal que muchos diputados y cargos 'dieguistas' que ya se planteban regresar a sus desempeños profesionales privados, han visto la luz con la designación de Ruth Beitia como aspirante a los comicios. Muchos de ellos estaban desahuciados políticamente y ahora es más que probable que vuelven a primera línea. Tal es así que Beitia ya ha dicho en privado que cuenta con todos ellos. Su hombre fuerte, Santiago Recio, será su jefe de campaña.

Pero más sorprendente es la posición de muchos ex altos cargos populares que ahora ven con buenos ojos el regreso al partido. "Si Beitia quiere contar conmigo, adelante", se ofrece uno de ellos. Sorprende porque alguno de estos 'expopulares' ya se encuentran militando en otras opciones políticas y no tendrían reparos en volver a la que fue su casa. El único inconveniente que dibujan es la figura de Diego Movellán. El exalcalde de Camargo, cercano a Buruaga, será, con alta probabilidad, el encargado de pilotar la gestora que se hará cargo del partido en caso de dimisión de la presidenta, otra opción que parece prácticamente segura tras el varapalo de Génova. "Hay ciertas personas con las que no trabajaríamos. Y Movellán es uno de ellos", asegura otro de ellos. "Si Ruth me ofrece un cargo técnico, si volvería", destaca otro antiguo destacado militante.

Cisma asegurado

El terremoto no solo tiene consecuencias políticas. También burocrácticas. Porque a cinco meses de las elecciones, que el partido esté comandado por una gestora denota síntomas de inequívoca inestabilidad. Y todo cuando Buruaga había conseguido apaciguar los ánimos, cerrar las listas de 70 municipios y apagar gran parte de la hostilidad que muchos alcaldes habían demostrado hace dos años, tras esa cita congresual.

Si finalmente se consuma la dimisión de Buruaga, junto a ella se irá gran parte de su ejecutiva, personas de confianza que consideran una "injusticia" la imposición de Génova y que abiertamente han mostrado un rechazo rotundo, sobre todo en las redes sociales.

Pero ahí no acaba el problema. Buruaga había conseguido también atraer a su cuerda muchos alcaldes críticos. Alcaldes que ya tenían su lista elaborada y que, si Buruaga abandona la presidencia popular, también darían el paso de solidarizarse con ella.

A contrarreloj

La preocupación ahora de los ya 'no críticos' es organizar el acto de Pablo Casado en Santander, el próximo jueves 10. Codo a codo con Génova están buscando la manera de planear una visita que se antoja cargada de tensión, incluso con amenazas de boicot por parte de algunos militantes que no están de acuerdo con la imposición del líder popular.

La incógnita es quién acudirá a ese acto. Seguro estará la plana mayor de los diputados díscolos con Buruaga. Y también Diego Movellán, amigo personal de Casado y siguiente líder temporal del Partido Popular cántabro.

Este martes, en la cafetería del Parlamento de Cantabria, Beitia no paraba de recibir felicitaciones desde todo el espectro político de la cámara. Rosa Valdés o Pedro Hernando son algunos de los diputados que coincidieron con la deportista y que se acercaron a darle un saludo y una felicitación, a la que Beitia respondía sonriente con un simple "gracias".

 
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