Un Córdoba de vergüenza (1-0)

Córdoba

Hacía ya algún tiempo que el Córdoba no provocaba a su afición un sonrojo de estas dimensiones. De hecho, es la primera vez que el equipo da una imagen así de lamentable desde que Curro Torres llegó al banquillo en sustitución de Sandoval.

Lo de Tarragona no se puede permitir en un equipo que se está jugando el descenso de categoría pero al que parece que todo le da igual. Solo así se podría entender la falta de actitud en muchos momentos del partido y la absoluta desaparición de las ideas en ataque y en defensa. No existió el centro del campo, la defensa fue un coladero y en ataque todo se confió a pelotazos en busca de Piovaccari, que bastante hizo con crear dos grandes ocasiones de gol (si entra la chilena que hizo en la segunda parte, habría sido el gol de la temporada).

Es inadmisible que un equipo que está colista, con muchos problemas en su estadio, te haga una cantidad  ingente de ocasiones y te domine de una forma tan abrumadora. No hay excusa posible, ni siquiera con el hecho de quedarse con diez por la justa expulsión de Miguel de las Cuevas. Su pérdida de balón solo se puede entender por una falta total de intensidad. La posterior falta provocó su roja directa y el gol del Nástic.

El Córdoba solo existió unos minutos del primer tiempo y poco más. Piovaccari tuvo una en cada parte y es de lo poco salvable junto a Carlos Abad, que de nuvo fue el mejor evitando una goleada de vergüenza.

Queda tiempo, pero la sensación vuelve a ser muy negativa. En casa del colista no se puede dar una imagen así, pero es que el Córdoba apenas lo intentó.

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El mercado de invierno es la única esperanza. Dar varias salidas y fichar refuerzos. Con eso y un poco de suerte, no todo estará perdido. Queda liga, pero no se puede volver a dar una imagen así.