Modelo y amante
Saro Díaz
Bilbao
A pesar de su alto precio, mi esposo ha comprado el cuadro Mujer desnuda leyendo que pintó nuestro amigo Robert Delaunay hace tres años, en 1920. Yo había suplicado a Robert, mientras posaba para él, que transformara mi corto pelo negro en larga melena rubia para que mi marido no sospechara lo nuestro. Y no lo sospecha. Sin ir más lejos, anoche mi esposo observó atentamente el cuadro y luego a mí para exclamar a continuación, cargado de desdén: “ojalá te parecieras, aunque solo fuera un poco, a la mujer del cuadro”. Cretino.