Cuenta atrás para la plantilla de La Naval
El comité Insiste en que es "mentira" que los gobiernos no puedan comprar parte de los activos del astillero y mantener a los trabajadores
La semana que viene expira el periodo de consultas del ERE de extinción. Si no se confirma la entrada de un inversor privado, los trabajadores de La Naval se quedarán en la calle. Por tanto, es la cuenta atrás definitiva para salvar el astillero de Sestao y la plantilla ha empezado el año como lo acabó: tras la pancarta, clamando contra el cierre de la emblemática planta. Esta vez, la concentración ha sido frente al Palacio Foral y con gritos como "Rementería vete tú a Cádiz".
El secretario del comité, Juanjo Llorden, sostiene que "todavía hay margen" porque hay carga de trabajo, al menos, para 20 meses que "no se puede dejar perder". La única solución viable para la plantilla es que los gobiernos se impliquen y compren parte de los activos de la Naval para terminar la draga.
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"Es mentira, mentira y mentira que no pueden comprar la Naval, lo que hace falta es voluntad política para que podamos seguir construyendo barcos", ha garantizado Llorden. Y ha lanzado una advertencia a los partidos, "en mayo están las urnas y tenemos claro que vamos a apoyar a quien nos dé soluciones". La plantilla teme que ese posible inversor ponga como condición empezar de cero y desprenderse de la plantilla actual.
El lunes habrá una reunión con representantes de la SEPI para abordar las condiciones de posibles traslados a otras plantas de Navantia, y un día después se ha programado un encuentro al más alto nivel en el Ministerio de Fomento con responsables del Gobierno vasco, en las que confían en "sacar algún compromiso".