La lectura
Santiago Ortega Sanchez-Diezma
Bilbao
Os contaré lo que le ocurrió a la serena Ofelia.
Hasta ahora las maravillosas páginas habían atraído la atención de Ofelia. Una tras otra, las letras oradas al mixtión, embutidas y enmarcadas en lapislázuli, tenían sugestionado su joven corazón de incipiente princesa. Aquellas historias la envolvían en cadenas de frases bien sonantes y aduladoras.
De pronto quiso apartar la vista de esas páginas pues algo le decía que tanta adulación era sospechosa. Le había asaltado la duda y de repente quedó parada e indecisa. Porque entre líneas alcanzó a leer el drama de su destino.