La marea azulona ha arropado a su equipo ante el huracán Movistar Inter

Valdepeñas

Valdepeñas vivió una de sus citas históricas, puesto que el FS Viña Albali Valdepeñas se estrenaba en su casa, tras el ascenso a Primera División. Un estreno deseado, tanto por jugadores como aficionados, después de trasladarse durante cinco jornadas hasta el Quijote Arena de Ciudad Real, mientras el Pabellón Virgen de la Cabeza de aquella localidad se ampliaba para cumplir las exigencias de la Liga Nacional de Fútbol: un aforo mínimo de 2.000 espectadores. 

Un Pabellón que lucía sus mejores galas y un encuentro que comenzaba con un pequeño espectáculos de luz y sonido, así como la interpretación del Himno de este conjunto azulón. Tras todo ello, el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, realizaba el saque de honor. Un choque que también contó con la presencia del Presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero. 

Por su parte, la marea azulona llenaba las gradas de este recién estrenado Pabellón. Una afición que no paró de animar a su equipo, a pesar de situarse el electrónico en 0-7, aunque este resultado se consiguió maquillar hasta el 2-7 final. 

Sin embargo, la verdadera fiesta estaba en las gradas y en ver, por primera vez, estas nuevas instalaciones. Instalaciones que asombraban a adultos y niños. En este sentido, en las filas de acceso se podía escuchar como un niño decía a su padre "papá que bonito ha quedado". 

No obstante, la afición volvió a conseguir un sonido ensordecedor y que posibilitará dar el empuje al conjunto vinatero. Una importancia vital la de la vuelta a casa que destacaba el propio Leo Herrera en rueda de prensa "tenemos que volver a hacernos fuerte en casa con el apoyo de toda esta afición". 

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Finalmente, en lo deportivo, los chicos de Leo Herrera no pudieron hacer nada frente a un muy buen partido del Movistar Inter, que llegaba dolido tras la derrotada del Osasuna Magna en casa.