El Concello de O Porriño recuperará unos cuadernos inéditos de Antonio Palacios

Vigo

Antonio Palacios es un porriñés internacional. Sin su obra no se entendería el proceso de modernización del Madrid del Siglo XX que paso de ser villa a una gran metrópoli. Un arquitecto con un talento extraordinario que, con el paso de los años y el poso de su obra, es absolutamente idolatrado en Madrid. “Palacios Arquitecto de Madrid” viene a reflejar su sello que va desde el Palacio de Comunicaciones, al Hospital de Jornaleros San Francisco de Paula, el Edificio del Banco Español del Río de la Plata o el Círculo de Bellas Artes. Antonio Palacios también dejó su sello en la línea decorativa de los vestíbulos, pasillos y bocas de metro. Ahora incluso se organizan visitas guiadas por la capital para recorrer y conocer las principales obras del maravilloso arquitecto. Palacios también nos dejó en nuestra tierra, su sello en obras extraordinarias como el Teatro García Barbón, el Templo Votivo del Mar en Panxón, la Virgen de la Roca, el Náutico de Vigo o el Gran Hotel de Mondariz Balneario.

Un genio del que O Porriño presume y quiere seguir haciéndolo con su Fuente del Cristo, la Escuela de la Fundación Fernández Areal y, como no, su casa consistorial. La actual alcaldesa Eva García de la Torre, avanzó en Radio Vigo un importante proyecto para recuperar unos cuadernos de viaje inéditos del arquitecto porriñés; unos cuadernos con pinturas que reflejan muy bien escenas costumbristas de aquella España; escenas del día a día, así como también edificios que le llamaron la atención. Ahora el Concello de O Porriño está a punto de presentar esos cuadernos de viaje en un proyecto maravilloso que servirá para seguir poniendo en valor su figura. Será el primero de muchos proyectos que quieren llevar a cabo.

Para profundizar más en la figura de Antonio Palacios y calibrar realmente su importancia, merece la pena poder escuchar al arquitecto e historiador Jacobo Armero, comisario de la exposición “Antonio Palacios constructor de Madrid” quien asegura con rotundidad que el cambio de Madrid de villa a ciudad tiene nombre y apellidos: Antonio Palacios.