Granátula abre la casa natal de Espartero
Se ha rehabilitado como centro cultural en el que además habrá un pequeño museo en torno a la figura del General Espartero. En próximas fases se realizará un centro de interpretación y un museo arqueológico
Ciudad Real
Granátula de Calñatrava, en Ciudad Real, ha inaugurado un centro cultural dedicado al que es uno de sus vecinos más importantes: el General Espartero. Unas instalaciones que se ubican en la casa en la que nació Joaquín Baldomero Fernández-Espartero el 27 de febrero de 1793. Se ha rehabilitado, en una primera fase , parte de esta vivienda solariega y se van a colocar diferentes recuerdos y elementos relacionados con el político y militar.
En la próxmas fases de rehabilitación se quiere arreglar otra gran sala del inmueble para ubicar en ella un pequeño centro de interpretación de la localidad y su entorno. Además en la planta superior se realizará un museo arqueológico.
La casa cuenta con más de 400 metros cuadrado con un gran patio interior donde se quieren instalar unas mesas y una nave anexa donde se realizará un taller de carpintería.
El General Espartero
Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro (Granátula de Calatrava, 27 de febrero de 1793-Logroño, 8 de enero de 1879) era el menor de ocho hermanos e hijo de un carpintero-carretero, en una familia trabajadora de la clase media preponderante en Granátula de Calatrava. En 1808 se alistó en el ejército para formar parte de las fuerzas que combatieron tras el levantamiento del 2 de mayo en Madrid contra la ocupación napoleónica.
Conocido generalmente como Baldomero Espartero, fue un militar español que ostentó los títulos de príncipe de Vergara, duque de la Victoria, duque de Morella, conde de Luchana y vizconde de Banderas, todos ellos en recompensa por su labor en el campo de batalla, en especial en la Primera Guerra Carlista, donde su dirección del Ejército isabelino o cristino fue de vital importancia para la victoria final. Además, ejerció el cargo de virrey de Navarra (1836).
Combatiente en tres de los cuatro conflictos más importantes de España en el siglo XIX, fue soldado en la guerra contra la invasión francesa, oficial durante la guerra de independencia del Perú y general en jefe en la ya mencionada primera guerra carlista. Vivió en Cádiz el nacimiento del liberalismo español, un camino que no abandonaría jamás. Hombre duro en el trato, valoraba la lealtad de sus compañeros de armas -término que no gustaban de oír los demás generales- tanto como la eficacia.
Espartero combatió en primera línea y fue herido en ocho ocasiones. Convencido de que su destino era gobernar a los españoles, fue por dos veces presidente del Consejo de Ministros y llegó a la jefatura del Estado como regente durante la minoría de edad de Isabel II, aunque rechazó la Corona de España y fue tratado como una leyenda desde bien joven. Ha sido el único militar español con tratamiento de Alteza Real y, a pesar de todas sus contradicciones, supo pasar desapercibido los últimos veintiocho años.
Agustín Cacho Borrás
Redactor de contenidos en SER Ciudad Real con especial atención al entorno rural y el sector agroalimentario....