"Soy una mujer trans y la diabetes es mi acompañante de vida"
Laura Negrín explica en la SER cómo ha compaginado su tratamiento hormonal con el control exhaustivo de los niveles de glucosa en sangre
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Fotografía cedida
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Tenerife
"Tener diabetes no significa que tenga que abandonar mi transición, no hay nada que me vaya a impedir ser quien soy". Así de rotunda se pronuncia Laura Negrín, una mujer trans que compagina su tratamiento hormonal con los controles exhaustivos de niveles de glucosa en sangre.
Hace cuatro años que se convirtió en uno de los 168.074 pacientes que registra el Servicio Canario de Salud como diabéticos en su base de datos, de los más de cinco millones de ciudadanos españoles que padecen esta patología y de los casi 400 millones de personas adultas diagnosticadas en el mundo.
Según apunta Laura, su proceso de transición y su diabetes siempre han tenido buena relación y las medicaciones recetadas en sendos tratamientos no resultan contraproducentes necesariamente. Pero la contrapartida se juega, en este caso, en el trato personal que ha recibido en el centro hospitalario al que acude.
"Mi diabetes se ha descontrolado en varias ocasiones y he necesitado citas en la seguridad social con más frecuencia. Sin embargo, el único endocrino existente en el Hospital Universitario de Canarias dedicado a las personas trans se negaba a atender mi diabetes, por lo que me atendían dos especialistas".
Los expertos esclarecen dos factores de riesgo que provocan la aparición de la diabetes: la obesidad y el sedentarismo. Al respecto, la Encuesta Nacional de Salud de España revela que la obesidad en adultos alcanza al 18,2 por ciento de la población canaria, superando la media nacional. Mientras, la relación sobrepeso-obesidad se encuentra en el 53,5 por ciento de los ciudadanos del Archipiélago.
Y como posibles consecuencias de la enfermedad, Sanidad destaca las alteraciones en la visión, afecciones en el funcionamiento de los riñones o la aparición de úlceras que pueden conllevar amputaciones. Según la Sociedad Española de Diabetes, el 16 por ciento de las personas ciegas en el país lo son a causa de esta patología, mientras que siete de cada diez mutilaciones no traumáticas de las extremidades inferiores son consecuencia de la diabetes. En Canarias, el Hospital La Paloma cifra las amputaciones en 3.000 durante los últimos cinco años.
"La diabetes es un acompañante de vida, pero no te limita, no tiene mayor riesgo si llevas tus controles". Durante toda la conversación, Laura mantiene el componente humorístico para definir los episodios que ha vivido como persona trans y diabética, un efectivo intento de demostrar que toda la sangre es roja, es espesa.