Sorolla
Aurora Astoreca del Río
Bilbao
Mi hijo miraba emocionado los cuadros al entrar al museo. Sus ojos iban de uno a otro con curiosidad, cuando un grupo de turistas (de los que ahora empezamos a acostumbrarnos en nuestra Villa) irrumpió en la sala F, el niño despistado siguió andando y lo perdí de vista. Después de dar la alarma y buscarlo durante largo rato apareció en la misma sala F. Venía encantado.
Mamá me ha gustado todo mucho. Mi amigo Miguel me ha guiado y explicado cada cuadro.
¿Quien? Ese señor del retrato. Y leí Joaquín Sorolla, retrato de Miguel Unamuno 1912.