Zozobra
A Coruña
Es evidente que el Leyma Coruña está pasando por una situación delicada. El arranque de competición no está siendo el esperado. Después de una trabajada victoria en el debut ante el Carramimbre CBC Valladolid llegó la lesión de Zach Monaghan y, con ella, cinco derrotas consecutivas. Apenas se ha hecho a la mar, el barco coruñés navega con inestabilidad manifiesta.
Son muchos los aspectos que están fallando pero quizá el más acusado está siendo la ausencia de un líder, de un jugador que sea capaz de asumir la responsabilidad en la cancha y que, al mismo tiempo, "enchufe" a sus compañeros. Ese jugador era Monaghan pero, con la lesión del americano, el equipo ha quedado huérfano de esa figura.
Dos son las figuras que, por su experiencia, conocimiento de la categoría y calidad deberían arrogarse el mando en la actual coyuntura. Me refiero a los veteranos del equipo, Sergi Pino y Andrés Miso, jugadores con bagajey recursos suficientes para adoptar el rol de faro de este barco a punto de zozobrar.
No se puede negar que el barcelonés lo está intentando. Con la ausencia de Monaghan, Pino está asumiendo en muchas ocasiones las funciones de director de juego, un cometido que no es el suyo y que le está restando efectividad de cara al aro rival. Por mucho que nos empeñemos, el equipo tiene otros bases (Braxton Ogbueze y Pablo Ferreiro) y Pino debería ser importante desde la posición de alero, la que ha desempeñado durante (casi) toda su carrera. La suya.
Miso, por su parte, tiene disculpa. Fue el último en subirse al navío naranja y, como es lógico, aún está en fase de adaptación. De todas formas, en el currículum del madrileño lucen catorce temporadas en liga ACB, méritos suficientes para que le otorguemos galones y para que se responsabilice en las tareas de salvamento.
Ahora viene temporal. Palencia, COB, Melilla y Granada garantizan mar de fondo en el exigente noviembre del Leyma Coruña: fuertes vientos de componente sur, fuerza 8, y olas de muchos metros de altura.
Y ante rivales de esta enjundia, Pino y Miso deben dar un paso adelante. Empezando por el partido que el próximo viernes les enfrentará a su exequipo, el Chocolates Trapa Palencia de Alejandro Martínez, un ejército bien dotado de artillería pesada que disparará sus cañones a la arboladura del buque que dirige Gustavo Aranzana.