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Trampas y triquiñuelas para elegir colegio

Cada comienzo de curso se repite la historia: Padres y madres que abusan del "todo vale" para sumar los puntos necesarios que les permitan elegir centro escolar. Las escasas consecuencias de este fraude hacen que no disminuyan estas prácticas, sobre todo en los colegios concertados, pero también en los públicos

Reportaje. Trampas y trinquiñuelas para elegir colegio. El fraude de padres y madres en el acceso a los centros educativos.

Reportaje. Trampas y trinquiñuelas para elegir colegio. El fraude de padres y madres en el acceso a los centros educativos.

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Córdoba

Cada año, la misma historia. Cuando llega el inicio del curso, regresa un fenómeno que no remite con el paso del tiempo. Son muchos los padres y madres que se valen de trampas y una picaresca descarada y vergonzante para defraudar ala sistema y conseguir los puntos necesarios que les permitan elegir colegio para sus hijos, aunque se trate de un centro que no les corresponda por domicilio.

Esta práctica, normalmente, se detecta en centros concertados, donde la demanda habitual es mayor que la oferta de plazas. Sin embargo, también ocurre en centros públicos, con el consiguiente perjuicio para las familias que sí cumplen con los requisitos exigidos para elegir centro. Cada curso aparecen nuevos casos de padres que se ven obligados a cambiar de colegio en beneficio de padres tramposos que defraudan al sistema, conscientes de que las repercusiones, si las hubiera, son tibias y de escasa consecuencia.

Cadena Ser

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Les contamos, por ejemplo, el caso de Marina. Su hija no podrá entrar en el colegio que hay a escasos 20 metros de su domicilio, teniendo que desplazarse a otro centro a casi media hora de camino a pie. Marina ha tenido que recurrir a un detective privado para corroborar lo que ya sabía: Hay escolares que cada día llegan en coche al centro y que ni siquieran viven en el barrio. ¿Es posible? Sí, lo es. "Seleccionamos como colegio prioritario el que tenemos frente a nuestro domicilio, a escasos 20 metros de casa. Nos hemos encontrado que había más solicitudes que plazas. Nos llevaron a sorteo y nos quedamos fuera. Cuando  hemos analizado los listados e investigamos vemos que hay niños que no son de la zona. Nos ponemos a investigar, recurrimos a un detective privado, reunimos pruebas y nos hemos tirado a la calle para demostrar que esas familias no viven donde dicen. Sin embargo la Delegación de Eduación no ha estimado lo que hemos presentado y cuando hemos pedido explicaciones, solo nos dicen que no tienen medios y que esto es lo que hay, que tenemos que acatarlo. Cada día empleo 40 minutos en ir a otro colegio y además, mi hija no ha podido entrar al centro donde sí están sus compañeros de guardería. Nos ha trastocado nuestro día a día a pesar de tener el derecho, porque nosotros sí vivimos en la casa que hemos indicado en la solicitud", afirmó Marina.

Esta afectada ha tratato por todos los medios de evitar este trastorno que les ha supuesto un enorme desgaste personal y psicológico. No han encontrado más que excusas y negativas que, lejos de solucionar el problema, solo has servido para prolongar la agonía. "Esto se solucionaría si hubiera unos estándares establecidos para la investigación que debe hacer la Policía Autonómica. Ellos también dicen que hay insuficiencia de recursos. Al final, los perjudicados somos nosotros", aseguró Marina.

Las trampas existen desde hace mucho tiempo y abarcan todas las posibilidades. La más frecuente y utilizada es el empadronamiento falso para conseguir puntos por proximidad. Empadronar a niños y niñas con familiares o amigos e incluso alquilar pisos junto al centro escolar para hacerlo constar como domicilio habitual. "Encontramos falsos empadronamientos de gente que quiere un centro que no le corresponde por zona y se empadrona en casa de algún amigo o familiar. Parece que las incidencias de este tipo han bajado mucho", comentó a la SER Sara Prieto, abogada cordobesa.

También hay quienes falsifican sus datos fiscales para aducir rentas bajas o matrimonios que hacen la declaración por separado. En este ámbito, hay incluso parejas que se divorcian para aprovechar los puntos por familia monoparental. Pasado el tiempo y obtenida la plaza, milagrosamente, el amor regresa a la mencionada pareja. Curioso. "La gente incluso llegada a divorciarse para conseguir puntos como familia monoparental. Esto ya cambió y ahora solo se dan puntos de este tipo a familias en las que solo hay un progenitor o solo aparece uno en el libro de familia", indicó la abogada Sara Prieto.

El País

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Artimañas para todos los gustos y colores que incluyen incluso certificados médicos falso (previo pago, claro) para conseguir puntos por minusvalía o intolerancia alimentaria.

Los responsables de los colegios afirman que tienen muy limitada la capacidad para contrastar la documentación y controlar el fraude. Mientras y viendo la escasa repercusión y los obstáculos legales, la mayoría de padres y madres, acaban por renunciar a la pelea por lo justo.

Julia Blanco es un abogada de Córdoba especialista en este tipo de casos. Blanco afirma que "La gente prepara rentas desde hace dos años, sobre todo los autónomos. Se dan casos como padres y madres titulares de una farmacia y aparecen con renta baja. Es frustrante desde el punto de vista legal, porque presentan una declaración conforme a ley y no hay nada que pueda desvirtuar esa situación salvo investigaciones y situaciones de hecho, como el estilo de vida o la titularidad de inmuebles. La gente se desanima a la hora de denunciar, porque un procedimiento judicial es eterno y encima nos encontramos con la Junta, que tiene recursos ilimitados que juega con todas las armas que tiene".

Hay quienes reconocen estas prácticas y no se cortan en decirlo. Es el caso de Ana, quien asegura que "nosotros teníamos claro que queríamos enviar a nuestro hijo a un colegio concreto y un año antes nos empadronamos en casa de mis suegros.  Pudimos entrar y estamos muy contentos. No nos arrepentimos para nada", comentó.

Actitudes que contrastan con padres y madres como Alfonso o Sara, afectados por todo este asunto en primera persona. "Yo he sido un afectado. No hemos podido entrar en el colegio que quería. El sistema falla porque los padres falsean los datos y además, al final son los padres los que tienen que denunciar, creándose situaciones muy desagradables. La administración debería entrar de oficio y arreglar esto. En la Delegación tratan de evitar que denunciemos y te hacen demostrar cosas que parecen indemostrables. Es muy complicado todo. Hay que replantear el sistema de acceso a los colegios para evitar este  tipo de situaciones. El mensaje no puede ser que hay que hacer un padrón falso para conseguir la plaza y no pasa nada", comentó Alfonso. "Me duele lo que nos ha pasado. Mi hijo se ha quedado sin poder entrar al colegio que tenemos debajo de casa. No es justo",  afirmó Sara, otra de las personas afectadas.

Desde la Administración reconocen que se trabaja para evitar y perseguir este tipo de prácticas, aunque reconocen que faltan medios y recursos para combatirlas. Así lo afirma el Delegado de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba, Antonio José López, quien reconoce que este tipo de triquiñuelas han bajado en los últimos años, aunque siguen existiendo. "Desde la Junta de Andalucía vamos a seguir combatiendo hasta el final este tipo de prácticas y fraudes. Esto perjudica a otras familias, vulnerando sus derechos. Es algo desonesto por parte de algunos padres. Tenemos la obligación de comunicar al ministerio fiscal los hechos que algunas familias denuncian. Cuando arranca el proceso de escolarización no tenemos datos para saber si hay familias que engañan. Cuando empezamos a investigar, actuamos a raíz de las denuncias. En algunos casos usamos a la Policía Autonómica y detecte estas irregularidades. Cuando detectamos a familias que han intentado estafar a la admisnistración, pierden su derecho de prioridad y se da traslado a la fiscalía", señaló Lopez.

En cuanto a las repercusiones para los tramposos, más bien pocas y por ahí se debería comenzar a cambiar la ley. A lo más que se llega es a perder la plaza asignada si se demuestra el fraude. Poco más.

En otros países de la Unión Europea ocurre más o menos lo mismo que aquí. Mientras, la oferta pública a colegios concertados sigue siendo insuficiente.

 
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